«Si nos salimos del camino corremos el riesgo de caer en un precipicio, o de alejarnos más rápidamente de la meta. Dios nos ha creado libres, pero no nos ha dejado solos; se ha hecho Él mismo ‘camino’ y ha venido juntamente con nosotros a fin de que nuestra libertad tenga el criterio de discernir la senda correcta y recorrerla». (Benedicto XVI. Homilía 22 de mayo de 2008)
Adviento 2021. Estamos en camino
Comenzamos el nuevo año cristiano con la celebración del Adviento. La Iglesia siempre nos invita a prepararnos para las celebraciones más importantes de los cristianos, como son la Pascua y la Navidad. En este caso, no ofrece las cuatro semanas del Adviento para preparar y prepararnos para el nacimiento de Jesucristo, el hijo de Dios.
Lo peor que nos puede pasar a este respecto es que tengamos la tentación de pensar «¡qué pereza, un año más lo mismo, estoy deseando que pasen ya estos días», y no seamos capaces de ver la novedad y la grandeza que supone ser testigos de la encarnación de Dios y poder celebrarla con infinita alegría y esperanza por todo lo que supone para la humanidad de todos los tiempos.
Antes que todas las cosas típicas de este tiempo (luces y música por las calles, reuniones familiares y sociales, regalos, etc.), que siendo importantes son secundarias, está el sabernos partícipes de un acontecimiento tan excepcional como lo es celebrar el comienzo de nuestra salvación con el nacimiento de Jesucristo.
Volviendo a la normalidad
Por mi parte, comienzo el Adviento intentado volver a la normalidad después del accidente sufrido hace unos días.
Ya, desde este lunes, recuperamos la misa diaria y el rosario en la parroquia en el horario habitual. Dejaremos para más adelante la formación presencial de adultos de los martes. Para la catequesis de los niños hicimos un plan especial de aquí hasta las vacaciones de Navidad.
La agenda de los fines de semana y las otras celebraciones acordadas con las familias se mantienen en los días y horas fijados.
La formación de adultos online la recuperaremos el martes de la próxima semana. Si alguien se quiere incorporar a esta formación, puede hacerlo en cualquier momento, solo me tiene que escribir por privado y le digo cómo hay que hacer.
El camino del sínodo
Toda esta situación también me hizo dejar a un lado las cosas del sínodo que se está celebrando en la Iglesia. En los próximos días retomaré también este tema a ver si se puede hacer algo aquí.
Los que estéis interesados en participar en esta consulta y reflexión sinodal sobre la Iglesia me lo decís y ya vemos la forma de hacerlo. Tengo ya preparadas algunas cosas que, incluso, permiten la participación desde la distancia.
Recogida de ropa para Cáritas
Hasta el viernes se puede entregar ropa usada que después enviaremos al ropero de Cáritas diocesana. Se recoge de 5 a 6 de la tarde en el salón parroquial.
A veces entre las cajas de ropa vienen cosas interesantes, como por ejemplo ayer, un sobre con 500€ y que ponía por fuera «para una familia pobre». Me consta que quien lo dejó no tiene una «superpensión» de jubilación. No hay nada más que decir.
Recogida de alimentos
Y la próxima semana comenzaremos con la recogida de alimentos y productos de limpieza e higiene en los supermercados del pueblo.
Para los que no sois de aquí, pero que queréis colaborar podéis hacerlo enviando vuestros donativos a la cuenta o al Bizum de Cáritas interparroquial de Fonsagrada. A veces también necesitamos tener algo de dinero para atender necesidades urgentes, sobre todo de ayudas para el alquiler.
IBAN Cáritas Fonsagrada: ES65-2080-0118-4730-0010-2340
Bizum Cáritas Fonsagrada: 01581
Celebración penitencial de Adviento
Aunque en la agenda parroquial está puesta para el lunes, 20 de diciembre, posiblemente la tengamos que cambiar de día. Para la próxima semana espero ya tener cerrado este tema.
Oraciones
Tenemos que seguir rezando por el final de la pandemia y para el Dios ilumine a los científicos n su tarea de buscar una solución para esta pandemia. Pero, por desgracia, hay otras muchas cosas, además de la pandemia, que hace sufrir a las personas, también a muchos de los que cada semana recibís el Falando Baixiño. No nos olvidemos de rezar por las intenciones de todas las personas, también de las que no conocemos.
Madre del Cielo, tú brillas
como signo de consuelo y de firme esperanza.
En tus manos ponemos nuestra vida
confiando en tu materna protección.
Contigo y en nombre de Jesús, el Hijo de Dios,
elevamos nuestra humilde oración al Padre
y pedimos por los enfermos,
por los que están solos
y por todos los que en estos días
entregan su vida a favor de todos.
María, Salud de los enfermos,
vuelve hacia nosotros tus ojos misericordiosos,
atiende nuestras súplicas y protégenos de todo mal.
Amén.