Por Manuel Rodríguez Sánchez
Revista Lucensia, Mayo 2017
Nació este sacerdote en 1881, en Fonsagrada, parroquia que pertenecía, por aquel entonces, a la diócesis de Oviedo. Estudia, sin embargo, parte de la carrera eclesiástica en el Seminario de Lugo donde lo encontramos, cursando primero de latín, en el curso 1893 – 94. Aquí permanecerá hasta 1900. Los cuatro años de latín y los dos de Filosofía que estudia en nuestro Seminario son un ejemplo de buen estudiante al obtener en todas las materias y todos los cursos la nota máxima de Meritissimus.
Era un hombre de espíritu aventurero, de hecho, interrumpe los estudios eclesiásticos para viajar a Cuba y a México. En Cuba le impresiona la poesía de José Martí al que trata de imitar en los primeros versos que salen de su pluma. La estancia en tierras americanas fue breve puesto que continúa la carrera en Oviedo y es ordenado en Lugo, con letras dimisorias, en las Témporas de Adviento del año 1918 por el obispo Basulto.
Estuvo siempre muy ligado a nuestra ciudad de Lugo, en 1915 obtiene la mención honorífica en los juegos florales, convocados, con motivo de las Fiestas de San Froilán, por la Liga de Amigos de Lugo, con un poema titulado Los Cometas. Lo encontramos celebrando los preceptivos Ejercicios Espirituales trienales para el clero en nuestra ciudad, junto a sus antiguos compañeros de estudios.
Colaboró asiduamente, con sus poemas, en La Voz de la Verdad, Las riveras del Eo, La ciudad del Sacramento, O tío Pepe, Almanaque Gallego, La Voz del Distrito, La Aurora de Galicia, La Estrella del mar y en algunas otras publicaciones de Galicia, Asturias, España y América..
Su labor pastoral, como sacerdote, se desarrolló en la diócesis de Oviedo. Allí fue coadjutor de San Martín de Oscos, ecónomo de Rao en Navia de Suarna, coadjutor de Fonsagrada, Secretario particular del Obispo Juan Bautista Luis y Pérez, coadjutor de la parroquia de San Julián de Prados en la ciudad de Oviedo, capellán de San Tirso el Real de Oviedo, coadjutor de Luarca, y, por segunda vez de Fonsagrada, ecónomo de San Martín de Oscos y después párroco de la misma, párroco de Cecos, en Ibias, y finalmente capellán del Sanatorio de Adaro, en Lama de Langreo, donde le sorprende la muerte en 1953. Contaba con setenta y dos años de edad.
Su vida sacerdotal apenas alcanzó los 35 años de dedicación pastoral, y, en este tiempo desempeñó diez cargos distintos. Esto, junto con su viaje a América, nos habla claramente de las inquietudes de este poeta y también de su movilidad. Una vida tan variada se reflejará asimismo en la pluralidad de poemas que salen de su pluma. Enumeramos los títulos de los temas más sobresalientes que trata en la recopilación que el mismo autor hace de sus poemas que titula SELVA POÉTICA: PATRIÓTICA (dedicadas a España y a su Caudillo), un total de 41 poemas. FLORALES (dedicadas Requeté), 31 en total. PLATÓNICAS (dedicadas a la Falange Española) son 142 poesías. CEREBRELES (dedicadas a J. A. P. y Renovación) en este apartado pueden leerse 184 poemas. RELIGIOSAS (dedicadas al Clero Español) es el apartado más grande con 188 títulos. JOCOSO-POLÍTICAS (dedicadas al Nuevo estado) contamos 112 en este apartado. Si añadimos las dos poesías que dedica al título de la obra y al objetivo que pretende tenemos 700 poemas. A estos hay que sumar siete más de la obra El Poema Lustras y, seguramente, algunas otras que quedan por las diversas publicaciones con las que colaboró.
Otras obras de este autor son: Catecismo de primera comunión; Lirismos (Sama de Langreo, 1945); Vía Crucis en catorce sonetos (Editorial Covadonga); Más Lirismos y original letanía langreana (Sama de Langreo, 1945); Opúsculo raro (Sama de Langreo 1946); Atando cabos (Sama 1846); El más moderno poema: del Finisterre al Plus Ultra (Sama 1947). Era también un aceptable dibujante, muchas de las portadas de sus libros las realiza él mismo. Las firma con el seudónimo de Darasave, anagrama de su primer apellido. Con este seudónimo encontramos muchos poemas suyos en las distintas publicaciones de la época.
Sus poemas se leen con mucho agrado, son nerviosos e inquietos, multitud de ritmos, ritmo brioso, calmado, reposado, alegre, saltarín, reflexivo. Maneja a la perfección la métrica española. Otro gran religioso y poeta, don Manuel Lago González, superior que fue y profesor suyo en el Seminario de Lugo, más tarde, entre otros cargos, arzobispo de Santiago, enjuicia así la poesía de El poema lustral: “Acaso (otros) no han advertido la armónica y perfecta compenetración de la forma y del asunto ni han descendido a contemplar en lo más hondo el raudal de eterna poesía que corre por sus entrañas como un río caudaloso y cristalino por el seno de una montaña de granito. ¡Poesía luminoso y celestial y al mismo tiempo intensamente humana la de tu poema! Como la de Lucrecio, penetra en el origen de los seres, pero ahonda más que la del épico romano, porque lleva de la mano la antorcha de la fe”.
Seleccionamos, a continuación, unos poemas que dedica a la Fiesta del Corpus Lucense:
Empezamos por dos Sonetos:
ABRIENDO EL SURCO
Verbum caro panem verum
verbo carnem eflicit.
Toma como punto de partida dos versos del Pange Lingua de Santo Tomás de Aquino que dicen: El Verbo encarnado, pan verdadero, lo convierte con su palabra en su carne con lo que trenza un poema sublime, lleno de alegorías en el que se nos pone de manifiesto el gran milagro de la transustanciación. La invitación al trabajo sin desmayo, la metáfora de la perla, el clímax ara, siembra y trabaja, el quiasmo Señor de las mieses – espigas Soberano, la nueva metáfora de las perlas nos prepara a la gran realidad: El Señor nos dará el pan como su misma carne.
Trabaja y no desmayes, sembrador!
la tierra que eso pide es una mano
que sabrá devolverte en rubio grano
condensadas las perlas de sudor.
Ara, siembra y trabaja, que el Señor,
de las mieses y espigas soberano,
tu fatiga y sudor no pide en vano:
¡dale tu limosnita, labrador…!
Esa tierra, esa mano que hoy mendiga
gota a gota las perlas de tu afán,
por cada grano te dará una espiga…
Y el Señor «que bendice a los que dan»
mañana, al estrechar tu mano amiga,
¡su misma carne te dará por pan!
(Morales, Sociales y Familiares., pág., 400)
YO QUISIERA, SEÑOR
Domine, ut scuto bonae volun-
tatis tuae, coronasti nos.-Ps. 5, v. 15
(Ante la Sma. Custodia Lucense)
¡Señor, como con un escudo de tu benevolencia nos coronaste!. De este versículo del salmo 5º arranca la poesía de este segundo Soneto. Ponemos de relieve el ritmo pausado y lento de los endecasílabos que nos invitan a la reflexión silenciosa ante Jesús Sacramentado perennnemente expuesto en nuestra Basílica. Combinando tres tipos de endecasílabo obtiene un ritmo muy marcado, así usó el melódico (acentos en la 3ª-6ª-10ª) proporciona una gran reflexividad a la frase muy adecuado para fijar una idea. El heroico (2ª-6ª-10ª) produce un efecto de uniformidad, es muy grave y el sáfico (4ª-6ª-10) para añadir sonoridad y belleza a la composición.
Yo quisiera, Jesús manso y clemente,
ya que no hay nota digna en mi garganta,
cantaros en silencio, como os canta
ese altar en que estáis perennemente!
Yo quisiera, Señor, humildemente
trocarme en la custodia que os levanta,..
alzaros en la Hostia sacrosanta
y ser de vuestro Amor viril viviente.
Porque así, cuando menos, alzaría
sin temblor en las manos, a Aquel mismo
que en pañales envuelto alzó María .
Pero ahora precisa mi heroísmo
escudarse en la Santa Eucaristía
para elevar a un Dios sobre un abismo.
(Religiosas., pág., 255)
AL SANTISIMO
Se inspira nuestro poeta en el Adoro te devote de Santo Tomás de Aquino, y, más concretamente en el Visus, tactus, gustus in te fallitur, sed auditu solo tuto creditur, en efecto, pone ante nuestros ojos los sentidos de la vista, olfato, tacto, gusto y oído, los cinco sentidos por medio de los cuales podemos experimentar la presencia de Jesús en la Eucaristía. La composición consta de siete estrofa, seis cuartetos eneasílabos agudos y la última heptasílabos.
Cantemos todos con fervor,
corramos todos a adorar
al gran Prodigio del Amor
al Sacramento del Altar.
Venid a ver, venid a ver
al Dios Oculto en el altar
pues basta ver para creer
lo que sólo El pudo inventar.
Venid a oler, venid a oler
el grato aroma de este Pan
que el alma llena de placer
y eleva al cielo nuestro afán.
Venid, oh ciegos, a tocar
la viva llama de la fe
y le habréis visto sin mirar
al Dios de Amor que no se ve.
Venid a oír, venid a oír
dentro del cáliz de esta Flor,
un corazón de amor latir
y a todo un Dios llorar de amor.
Venid, mortales, a gustar
de este panal la rica miel
y no queráis otro manjar
ni más dulzura que la de El.
Potencias y sentidos
recojan con fervor
los besos y latidos
que aquí nos da escondidos
el Infinito Amor.
ANTE EL SOL DE LAS ALMAS
(Con la peregrinación eucarística)
Partiendo de la inscripción que figura en el escudo de la ciudad, este es el misterio de la fe… confesémoslo, afirma que la fe en la Eucaristía librará del yugo de la esclavitud a Galicia y a Lugo. La metáfora de la nube como velo, que oculta la realidad de la presencia de Cristo en la Eucaristía, la repetirá más adelante.
Porque en Lugo reinar a Cristo plugo
y ser en un viril flor permanente…,
como enjambre de amor voló la gente
y así Galicia en pleno vino a Lugo.
Y al libar de esta Flor el suave jugo,
su beso al recibir sobre la frente,
al doblar la rodilla humildemente,
Galicia entera sacudió su yugo.
En vano ¡oh mundo! a subyugarla subes,
pues, libre ya del yugo de tu planta,
dirá Galicia con la espada al fémur:
Hay un sol tras el velo de esas nubes…,
hay un Dios en la Hostia sacrosanta…
«hoc hic mysterium fidei… profitemur».
(Regionales., pág., 337)
ANTE JESUS SACRAMENTADO
En el actual Congreso Eucarístico de Toledo
Compone este soneto con motivo del Congreso Eucarístico de Toledo, celebrado en el año 1926. Ese mismo año se había celebrado el de Chicago al que hace referencia el autor, quien, al no poder estar presente físicamente, lo hace por medio de esta hermosa poesía..
Vibrante aún el himno de Chicago
y muda ya la religión del miedo,
se reúnen en la imperial Toledo
a los pies de su Dios…, gotas de un lago.
Y discípulo yo del gran Santiago,
lagrimita que allá llegar no puedo,
escucho desde aquí su hermoso credo,
oigo y creo…; mas no me satisfago.
Y viendo desde aquí tantas conciencias
que le adoran allí como en pañales,
desnudo de mis versos los rosales…
vuelo allá con sentidos y potencias
y deshojo mis flores como esencias
bajo aquellos divinos corporales
Poesías y Prosas., pág., 254
EL CORPUS EN LA ALDEA
En este soneto pide respeto al paso del Santísimo. Es de notar el clímax descendente, Dios belleza, Dios pan, Dios hostia, Dios cristiano, que proporciona a la narración reposo y tranquilidad. En el verso, más bella que una Ceres de paseo.., alude a las Fiestas Ambarvalia, celebradas en Roma en honor a la diosa Ceres, en el mes de mayo, y, en las que en las procesiones, las mujeres tenían que ir vestidas de blanco, estaba prohibido el color negro
¿No doblas la rodilla, pobre indiano?
pues descubre, a lo menos, tu cabeza,
que pasa en procesión el Dios-belleza,
el Dios-pan, el Dios-hostia, el Dios cristiano!
Descúbrete, a lo menos, ciudadano,
que tu pueblo natal se postra y reza:
¿de qué te servirá tanta riqueza
si has perdido la fe del aldeano?
No te mofes de la verdad, ateo,
que esta bella verdad, la Eucaristía
más bella que una Ceres de paseo..,
aunque no fuera la verdad, sería
para mí lo mejor de cuanto creo,
para ti,,., ¡cuando menos, poesía!
(Religiosas, pág., 254)
EN EL TABOR DE GALICIA
CON LA PEREGRINACIÓN LUCARÍSTICA DE 1935
Parte el poema del pasaje evangélico de Lucas, 24,29: quédate con nosotros, porque es tarde y está anocheciendo. Es una composición en estrofas heterométricas con versos de 16, 8 y 4 sílabas distribuidos en grupos de ocho con la siguiente combinación AbbcAcAA. Hay hexadecasílabos de los siguientes ritmos: trocaicos compuestos con acentos en las sílabas impares, dactílicos simples, sus acentos recaen en la 3ª – 6ª – 9ª – 12ª y 15ª y compuestos de dos hemistiquios octosílabos con acentos en la 1ª – 3ª y 7ª.
En las tres primeras estrofas se centra en la añoranza del recuerdo de las antiguas procesiones en el día del Corpus, ahora todo es oscuridad, como una prolongada noche de varios lustros. La palabra noche aparece repetidas veces. Frente a esa oscuridad el reluciente Sol en el resto de la humanidad, como Andalucía y Buenos Aires.
Ya brilla el sol resplandeciente, se alejan las sombras, nuevas nupcias se celebran en Lugo. La noche cede su lugar a la luz. El poeta termina suplicado la bendición. De nosotros el Señor espera, «más amor y más justicia, más justicia y más amor.». el quiasmo y el polisíndeton le dan vida y armonía a los dos últimos versos.
Mane nobiscum, Dómine,
quoniam advesperascit.
¡…Y qué triste fue la noche de tu ausencia, Sol Divinol
noche obscura, noche larga,
noche dura, noche amarga,
noche negra…,
sin fulgor de procesiones bajo el astro vespertino!
cuando tanto nos alegra ‘
encontrarte a nuestro paso con disfraz de Peregrino
ya abatidos por lo largo del larguísimo camino!
¡Oh cuán larga fue tu ausencia de esta plaza, Sol de Lugo!
sin la justa reverencia
a tu Augusta Real Presencia,
sin rendirte
los honores que merece de tu amor el «suave yugo»!
cuando sólo para herirte ‘
fulguraban entre teas tantas hoces de verdugo
y en los templos tus espigas daban sangre en vez de jugo!
¡Cuátos años, casi un lustro, sin brillar en estos aires!
Siendo Tu la Luz del Mundo
¡recluído en lo profundo
de tu templo
¡casi un ,lustro allí encerrado, y sufriendo aquí desaires,
cuando, dándonos ejemplo,
por sus calles y sus plazas te exaltaba Buenos-Aires
y Sevilla preparaba las saetas de sus místicos donaires!
¡Cuántos días en la noche de tu encierro, Sol Divino!
..Mas ya sales, ya amanece
ya hay rosales y florece
tu gran día:
ya G alicia viene ahonrarte como un solo peregrino
ya te ofrenda, cual solía
sus limosnas – polvo de oro que encontró por donde vino –
bellas rosas recogidas a lo largo del larguísimo camino.
Es el día de sus nupcias, ¡Sol de Lugo, Sol sin mancha!;
pronta ya para la boda
aquí está Galicia toda
con su ofrenda.
Y esta plaza en que presides la pacífica avalancha
donde afluye tanta senda, ‘
es el pecho de mi tierra que comulga, que se ensancha –
¿no es verdad que hoy aparece más espléndida y más ancha?
…Pues bendícenos. Señor!
sobre el mar de humanas olas, mar de vidas, mar de gente
tu carroza es una lancha
y ese trono la barquilla do predicas nuevamente
la justicia y el amor.
De tu gloría en el Tabor
eso pides, eso esperas de tu España y tu Galicia*
«más amor y más justicia,
más justicia y más amor.»
(Regionales., pág. 343)
ANTE EL SACRO VIRIL
EN LA FIESTA DEL SANTÍSIMO CORPUS CHRISTI
La inspiración poética le llega a nuestro autor a partir del Evangelio de Lucas, 12, 49, fuego vine a traer a la tierra. La composición está formada por sextillas seguidas de pareados hexadecasílabos, que resumirán lo enunciado en cada una de las sextillas. Un bello artificio en el que el autor manifiesta su consumada maestría al contraponer dos ideas opuestas sirviéndose del mismo vocablo. En la primera estrofa la palabra conceptual es querubes que se repetirá en el primer pareado. En la segunda es el pan como alimento el que toma protagonismo. En la tercera sobresale el brillo, representado por el disco de cristal, hermosa metáfora del Sacro Viril. En la cuarta es el girasol el que toma protagonismo para darnos una bella imagen de la Sagrada Forma. La quinta estrofa nos habla del Amor del Señor y en la última toma protagonismo el Sol. La Eucaristía es el Sol que nos da Vida. Toda estas palabras de las sextillas se repetirán para introducir una idea opuesta en cada uno de los pareados.
Ignem veni mittere in terram.
¡Sol que luz a los querubes
y vida a los hombres das,
Sol que de la tierra subes
y de ella nunca te vas..,!
podrán velarte las nubes,
pero eclipsarte…, ¡jamás!
Ya que estás con los querubes y con nosotros estás,
disipa las negras nubes y no te eclipses jamás.
Santísimo Sacramento,
pan de eterna juventud,
clara luz del pensamiento
y del corazón virtud…!
podrás darme otro alimento,
pero sólo Este es salud.,.!
¡Oh dulcísimo alimento, Pan de la eterna virtud!
tu pobre pueblo está hambriento, vuélvele la juventud!
Hostia viva, hostia perenne
que, si el orbe es tu fanal,
prefieres brillar solemne
tras tu disco de cristal…,
¿podrá quedar pecho indemne
siendo el amor tu puñal?
Hiéranos tu afán perenne tras el beso de cristal,
y haga, en tu fiesta solemne, de nuestro pecho un fanal.
Nieve del viril sagrado
que ocultas llamas de sol
y al uno y al otro lado
bendices cual girasol…,
podrá un pueblo verte helado
mas no será el español.
Viril del fuego sagrado, bellísimo girasol…
bendice a tu pueblo amado, bendice al pueblo español.
¡Oh Señor que veces mil
lanzas chispas del copón,
—besos para el alma vil-
haga tu amor explosión
y salte hoy de ese viril
a mi yerto corazón,..
Que en la noche de mi vida si hace tu amor explosión,
habrá una estrella encendida que bese al sol con pasión…
…al Sol de la breve ausencia
y de la eternal presencia,
¡al Sol de la Religión!
¡a Tí, Sol de la existencia
que nos oyes con paciencia
y nos das la bendición!
¡Sol cuya entraña fuego fecundo prender anhela...
bendice a España, bendice al mundo, porque se hiela!
(Religiosas, pág., 251)
MYSTERIUM FIDEI…
En este soneto, dedicado al Cabildo de Lugo, las anáforas de los cuartetos, un(a) / tanta (o), hacen destacar la idea pesimista del desmoronamiento de ciertas realidades humanas, hasta el punto de que el poeta desea bajar a la tumba, pero su alma se ilumina y le devuelve la ilusión de la vida la Hostia inmaculada. Es de notar el clímax ascendente del último verso reforzado por el polisíndeton para manifiesta su fe en Dios.
Al Cabildo Catedral de
Lugo.
Cuando veo una torre derruida,
una altiva pirámide deshecha,
un corazón temblando en una flecha;
una cruz sobre el lecho de una vida;
tanta bella ilusión desvanecida,
tanta flor ya sin hojas y maltrecha,
tanta envidia y venganza satisfecha,
tanto dolor, tanta hambre, tanta herida;
anhelo ya la última morada,
«sólo en la paz de los sepulcros creo».
Más, cuando ante esa Hostia inmaculada
tanta ciencia y virtud postrada veo,
tanta humilde grandeza arrodillada,
creo en Dios, y le adoro y le deseo.
Poesías y Prosas., pág. 247)
EL PSALMO EUCARÍSTICO
PEREGRINACIÓN A LUGO EN 1928
(Al Ilmo. Sr. Vicario Capitular de la Diócesis S.V.)
Ocupaba el cargo de Vicario Capitular en aquella ocasión el Dr. Ramón Sindín.
ANTE EL SANTÍSIMO
Tenemos un primer grupo de diez y seis versos, que se abren y cierra con estribillo pentasílabo de pareados monorrimos. Siguen alejandrinos, los dos primeros forman un pareado al que le sigue un cuarteto de rima abrazada. Esta estructura se vuelve a repetir antes del estribillo.
Empieza el poeta con esta sentida plegaria pidiendo al Señor que nos escuche, va a repetir varias veces esta palabra para terminar con un paralelismo antitético, cerca / lejos
A continuación una serie de cuarenta y un versos de veinte sílabas cada uno de ellos, agrupados en tiradas monorrimas de dos, tres o cuatro unidades. Cada verso consta de dos hemistiquios decasílabos con rima leonina el primero de ellos. Alude a la persecución religiosa que, en ese año de 1928, estaba en su momento más efervescente, o sea, la guerra Cristera o Cristíada que tuvo lugar en México desde el año 1926 al 29 a causa de la Constitución de 1918 que pretendía suprimir todos los derechos de la Iglesia privándola de cualquier actividad que no se limitara a las que se pudieran llevar a cabo dentro de sus templos.
Termina pidiendo que se respete en México la libertad y que se deje de oprimir al pueblo y a su religión
¡Señor, Señor!
—dice un clamor…! —
Pastor de nuestras almas, mansísimo Cordero,
que en el silencio escuchas la voz del mundo entero
y en el silencio lanzas el silbo del pastor;
escucha de estas almas el íntimo latido,
oye de tus rebaños el mísero balido
y diles tu querella de amor y de dolor.
Escucha en nuestras voces la voz del mundo entero,
escucha tus ovejas, mansísimo Cordero,
que atienden y conocen la de su Buen Pastor;
recoge en esta plaza, que es un inmenso oído,
de las que cerca pacen el íntimo gemido,
de las que balan lejos el mísero clamor.
¡Señor, Señor!
—dice el clamor!—
Los mexicanos, nuestros hermanos en el idioma y en religión
Los que elevaron y entronizaron, como en España, tu Corazón,
¡Señor, padecen, por Ti perecen, sufren horrenda persecución!
Inicuas leyes, Rey de los Reyes, allí suplantan tu santa ley,
Horda perversa mata y dispersa, Pastor divino, tu mansa grey:
¡detén las manos de los tiranos! ¡no lo consientas Pastor y Rey!
La vil campaque que en Nueva España contra sus hijos se destó
No la merecen los que padecen sino el tirano que la dictó:
Si aquellos fieles a tus vergeles vas como flores a trasplantar,
Si tanto lirio, flor de martirio, a tus jardines quieres llevar,
Lleva, buen Padre, lleva a su madre que aquí por ellos viene a llorar
Mas si no quieres que tantos seres padezcan hambre de amor a Tí,
oye a Galicia pedir justicia para otros hijos que tiene allí,..!
la fe de España los acompaña; son pueblo mártir nacido aquí!
Haz que se agrupe y en Guadalupe su buena Estrella brille otra vez;
que del verdugo proteste Lugo sin cobardías, sin altivez,
y los Nerones de otras naciones le echen en rostro su avilantez.
Sepan los Calles que en estos valles y en estas cumbres la voz sonó
de un pueblo heroico, de un pueblo estoico, del pueblo mártir que devastó
y que es España la que sin saña pero sin miedos le grita… «Nó!» ’
«No!, no te engrías, pues son impías tus libertades sin libertad:
“la ley de Cristo que tú no has visto es ley sublime de caridad
«y ella prescribe y ella prohíbe… ¿pero qué sabe tu vanidad?«¡No! tú no puedes tender las redes de eso que llamas Constitución
«(que no dictaron ni sancionaron las fuerzas sanas de la Nación),
«para insultarla, para vejarla, para robarle su Religión.
«¡Nó! tú no sabes, aunque te alabes, del arduo empeño de gobernar,
«puesto que ignoras las dulces horas que pasa el pueblo junto al altar
«y lo derribas y en él estribas para subirte, para… montar.
«¡Nó! tú no sabes lo que son aves que al nido vuelan de dos en dos,
«ni lo que es cielo, ni lo que es duelo ni lo que es vuelo, del bien en pos,
«ni lo que es canto, ni lo que es santo, ni lo que es alma, ni lo que es Dios.
«Y… ¡basta, basta!, porque es tu casta de los vampiros sin paz ni rey,
«de esos que hieren, chupan y mueren, de los que diezman la culta grey,
«de los que oprimen y nunca gimen, de los que viven sin Dios ni ley.
«En esta cumbre de mansedumbre donde el más manso Cordero está,
«oye el balido de un Dios herido que, si perdona…, te juzgará:
«¡Nó! no prosigas, no me persigas, que mi paciencia se agota ya….!
«Esa tu gente, buena, creyente, sobre quien tanto poder te di…,
«es mi rebaño; no le hagas daño, pues con mi sangre la redimí:
si más derramas, si no los amas.,., ¡tiembla, tirano, tiembla por tí!»
¡Señor, Señor!
—dice el clamor—
Y al poco tiempo dice un mensaje
que España escribe sobre un celaje:
AL GRAN TRAIDOR:
Dios te perdone tamaño ultraje…!
…Mas no se aplaude porque es un fraude, porque es indigno, porque es mentir:
dices cobarde y haces alarde de que «son leyes que hay que cumplir»;
¡cumple la justa, pero la injusta… no la ejecutes, que es oprimir…»
(Religiosas, pág., 252-53)
TRANSVERBERACIÓN
Ante la Santísima Custodia de la Catedral Lucense
Quintetos con los dos primeros versos heptasílabos y los restantes endecasílabos, se exceptúa la última estrofa en la que sólo el primer verso es heptasílabo.
Destacamos la antítesis: altura / suelo / cielo de la primera estrofa. En las otros el poeta manifiesta el ansía de unirse, por medio de la comunión, con la divinidad. Hay metáforas muy atrevidas como la del anzuelo, otras más usuales, cuales son, el mar de la vida, el mar de lágrimas y la del rayo. También la del Sol.
¡Oh Sol de las Alturas
que habéis bajado al suelo,
de la Sagrada Forma bajo el velo,
para no deslumbrar las criaturas
y así guiarme de la tierra al cielo!
¡Oid mis amarguras,
calmad mi santo anhelo,
pues no me puedo desligar del suelo
y tendedme con fuertes ligaduras
la santa comunión, sagrado anzuelo!
¡Cebadle de dulzuras
y dadme ese cousuelo
en el mar de la vida, mar de hielo!
¡vereis como me nacen alas puras
y me transformo en ave y a Vos vuelo!
Mas no, Jesús amado,
que otras mil y mil veces
solo el cebo mordí como los peces…,
y desprecio el anzuelo deseado,
¡y eres Tú Jesús mío el que padeces!
Mil veces nos le has dado
ensalzando con creces
el mar de nuestras lágrimas y preces;
y otras mil este mar envenado
tuviste que apurar hasta las heces,
Arroja un rayo airado,
¡Sol que aquí noche y día resplandeces!
al frío corazón por quien pereces;
y sufra siempre así transverberado,
pues yo nó, pero Tú .. ¡bien lo mereces!
(Regionales., pág., 337)
TRIPTICO
EN LA SANTA HOSTIA
Es impresionante el cromatismo de este soneto: nube de blancura, sol, velo cristalino, llamas de deseo…Tanta luz ciega nuestra mente que sólo puede vislumbrar la presencia real de Cristo en la Eucaristía a través de ese velo cristalino.
I
A través de esa nube de blancura
adivino, buen Dios, que estáis presente
sin la venda en mis ojos de creyente
me pudiera cegar tanta hermosura.
Escondido en la nieve de esa altura
adivino el volcán de amor ardiente:
no queréis abrasarnos de repente
y mitigáis así vuestra ternura
¿Qué me importa no veros, Sol divino,
si a través de esa venda mejor veo
y detrás de esa nube os adivino?
¿Qué me importa no veros, si en Vos creo
y esa nieve, ese velo cristalino
se derrite en las llamas del deseo?
II
Si en el anterior soneto la blancura lleva al poeta a sentir la presencia del Señor, en este es la oscuridad, humo, celajes nube. Todo lo lleva a la noche oscura, noche que derrite la fe.
Espero en Vos, Señor, como se espera
entre el humo la llama abrasadora
el sol tras los celajes de la aurora
o en la noche la estrella mañanera.
Y esperando, Jesús, me desespera
ver entre humo la llama redentora
la nube que te oculta por ahora
y hallar la miel aún entre la cera.
Mas qué importa, Señor, si ya fulgura
como un beso, a la altura de mi frente,
esa estrella que ansió mi noche oscura?
¿Qué importa si esperanza mi fe siente
y de mis labios en la brasa pura
la cera se derrite suavemente
III
Todo lo lleva a amar a Jesús en la Eucaristía. Idea resaltada por la anáfora de las tres primeras estrofas: Os amo, dulce Amor. Si en los dos sonetos anteriores se servía de la luz y a de la oscuridad para fijar su pensamiento, aquí acude al calor llama, rosa encendida, para abrasar su alma en el, Amor divino.
Os amo, dulce Amor, llama escondida
que ponéis en los ojos una venda
para, dentro del alma, abrir la senda
que del cielo nos muestra la subida
Os amo, dulce Amor, rosa encendida,
de la gloria futura dulce prenda,
que puesto en el altar sois blanca ofrenda
y sangrando en la cruz, fuente de vida.
Os amo, dulce Amor, os amo tanto
que cien mil corazones que tuviera
los quisiera llenar de amargo llanto.
Y sí vuestra bondad lo consintiera
si digno fuera yo como Vos santo,
lo que hicisteis por mí, por Vos lo hiciera.
(Religiosas., pág., 303)
A NOSA TERRA
Tenemos aquí un original soneto debido a sus rimas. El pronombre “lo” para los cuartetos y los tercetos que constan de pareados y los versos terceros rimando entre sí. La rima de los cuartetos sirve para reforzar el concepto de gratuidad de los objetos representados por la primera palabra de cada uno de los versos, los cuatro primeros (berce, verxel, xardín, edén) en clímax ascendente, y loa otras cuatro descendente (paraíso, ceíño, espello, terra)
Berce donde eu nacín, sin merecelo,
verxel que Dios nos deu sin cultivalo,
xardín que me das froles sin rega-lo,
edén n-o que soñaba antes de ve-lo.
Paraíso en que estuven sin sabe-lo,
ceíño que adorei sin profana-lo,
espello que biquei sin alenta-lo,
térra n-a que serei… polvo sinxelo.
Cando eu morra e che deixe no regazo
a yalma, que a Dios volve n-un abrazo,
y-o corpo que é de terra en terra túa.„,
dirá n-o meu sepulcro a última rosa
como boca alcendida: «¡terra. , a nósa!
que si España foi sol…, tí eres a lúa!
(Poesías y Prosa, pág., 317)
¿E PORQUÉ LLE CHAMADES DEMOCRACIA?
Trata un tema muy de moda en la Galicai de la época cual es el de echar la culpa de todo a los políticos y los a los curas. Poema sin mayores pretensiones.
..,¡Tedes muita razón! Sempre ás escuras
camiñamos os probes d’ os galegos,
sobre todo os dos campos, os labregos
que non temos escolas nin culturas.
Non! non temos «gobernos de figuras»
porque sin democracia estamos cegos,
y-a culpa de todo esto foi… dos cregos;
tedes moita razón: ¡abaixo os curas!
¡Viva o pueblo! ¡que morra a «ristocracia»!
mais, agora. ., acrarádeme un extremo
que abofellas me fai moi pouca gracia;
Vou a donde queirades, nada temo…;
mais porqué lle chamades «demo-cracia»?
¿non será porque tén algo c’ o démo?»
(Poesías y Prosa, pág., 321)
XUNT’ A «FONTE SAGRADA»
Serrie de hexadecasílabos divididos en hemistiquios. La composición termina con octosílabos. En el poema el autor juega con el significado de “Fonsagrada” y de “pai”, este último aplicado a ékl mismo que es sacerdote. Consigue una hermosa poesía llena de amor y ternura a su tierra.
Fonsagradaí ¡miña nai!
o que no é pai ou filio,
nin te leva nin te tra!…,
nin comprende este «estríbillo”
que, recendendo a tomillo,
pol-a mar adiante vai!
Fonsagrada, Fonsagrada, miña filia, miña nai…I
icánto che quer este «padre», filio tamén d’esta «villa»!
¡cánto che quer este «cura», miña nai… e miña filia!
jcánto che quer este «filio»! ¡cánto che quer este «pai»!
Buroneses que soñades n-esa ciudá co-ese monte. .!
ivide ver esta montaña, vide ver este hourixonte!:
é tan alto e dilatado.,.! ¡son tan puros estes aires,..,
que, dende aquí, vexo a Europa, e comprendo a Buenos Aires!
Tan puro e limpo quedou dende que se apareceu.
—cal bico de sol n-a neve—a Virxen n-a Fonsagrada,
que naide mais luz lle pide, nin bebe auga mais «sagrada»!
icon ela nos bautizaron! ¡y-é «gracia» que Dios nos deul
íXa non é «fonte sin auga»! ixa non é «monte sin leña»!
¡¡é bico d a térra o ceyo…!! Y-o que non o queira crer
…si aquí naceu, ¡que non volval e si non, ¡que veña a ver!
si quer «auga mais crara», ou «leña mellor», ique veña!
Fonsagrada, Fonsagrada… ¡miña filia!… ¡miña nail
¡¡canto che quer este filio!!, ¡¡cánto che quer este pail!
¡¡cánto che quero e che queren os que naceron aquí!!
nos que d’outras fontes beben… o que choraron por ti!!
iNon choredes, cuitadiños,
nin vos olvidéis d’a nai..,,
per-que vos manda, filliños,
o seu saludo e cariños…,
o que vos quer com’un pai!
(Poesías e Prosa, pág., 329)
NOITE DE LOBOS
EN BELÉN
Es el siguiente soneto un villancico muy sentido del autor hacia el Niño de Belén. Tenemos que fijarnos en la perfección del primer terceto con la anáfora de “vin” y la aliteraciones.
Unha noite de lobos , fría…, moi crara,
mentras eu daba fora dente con dente,
n-un estabro de bestas andaba xente
e layaba un cordeiro, ¡cousa mais rara!
Eu… por darlle un biquiño, cicais entrara,
que hastra tiña unha fame de can doente;
pero, véndolle a cara, tan refulxente…
¿quén os beizos poñía n-aquela cara?
Vin baixar anxeliños, mais que lixeiros;
vin a lúa bicá-lo, de amor ausorta;
vin entrar os pastores; vin os luceiros…!
…Que por qué eu non entraba? ¡non vos importa!
como can non había xunto os cordeiros,
eu… quedeime c-os lobos, ¡gardando a porta!
(Poesías y Prosa, pág., 338)
FRORES
Alternancia entre las dos forma que el gallego emplea para referirse a la Madre, esto es, nai / mai. La repetida aliteración de las nasales contribuyen a que el ritmo de toda la composición emane un armonía tierna y suave, tal como el tema tratado lo pide.
La composición consta de tres redondillas seguidas de una quintilla.
Miña naí, miña naiciña,
mai d’oFillo de Dios-Pai
eu son túa Tí eres miña
¿queres froles, miña nai?
Tráigoche un ramo de froles
que n-o campo recollín
pra que os teus ollos, meus soles
miren pr’elas e pra min.
Míranos, naiciña, e calma
por Dios calma este dolor
que non sinte nin ten alma
quen non ch’ofrece una fror.
Eu en cambio, nai querida
pra Tí téñoas a montós
tóma-as todas, alma e vida
que n-elas vai escondida
alma, vida e corazón.
(Poesías y Prosas, pág., 338)
¡IMAIS ALÁ..!
Hermosas metáforas las que utiliza en este soneto para exaltar la labor de la patria España
Eu quixera meter n-un bon soneto
os feitos todos d’a naiciña España
e botar a nadar ista montaña
com un barco de xoyas ben repreto.
Montar n-ela un Quixote en esqueleto
e facerlle voar cal ave extraña
que val c’o seu lanzón, aspa de caña,
descorrendo d’as nubes o sacreto.
Sólo así, c’o meu verso, igualaría
a fe d’os que souperon, según leyo,
domar d’o furacán a rebeldía…
E sólo así co-a pruma do deseyo
o milagro non visto facería
de escribir o «plus ultra» alá… n’o ceyo!
(Poesías y Prosa, pág., 366)
LOS COMETAS
Largísima composición polimétrica y poliestrófica con la que, como queda dicho, consiguió la mención honorífica en los juegos florales celebrados en Lugo con motivo de las Fiestas de San Froilán del año 1915.
En alto las liras y a cantar dispuestos,
arrogantes unos, otros tan modestos,
ora retadores, ora fugitivos,
ora tan humildes, ora tan altivos,
unos delatando del mundo la farsa,
otros precediéndole como una comparsa,
ya vencer queriendo la mundial corriente,
ya llorando ante una plañidera fuente,
ora tan altivos, ora tan modestos…
¿de qué manicomio se habrán fugado éstos?
Ya anunciando guerras, ya cantando amores
ya pisando abrojos, ya cortando flores,
orgullosos unos, otros humillados,
éstos bulliciosos, aquéllos callados,
unos incansables, otros indolentes,
en alto las liras, en alto las frentes,
ora distanciándose hacia sus destinos
ora convergiendo por varios caminos,
pero siempre alegres a cantar dispuestos…
¿de qué manicomio vendrán todos éstos?
Difícil decirlo, difícil su encomio,
pero ¿no es el mundo un gran manicomio?
Cual por el espacio pasan los cometas,
así por el mundo pasan los poetas…;
Nadie sabe como serán sus encuentros
ni dónde su origen ni dónde sus centros,
pues mientras los sabios brillan como astros
a serlo ellos tienden o de ellos son rastros..,;
y sea que el centro propio nunca alcancen
sea porque a mundos más altos avancen,
nuevos derroteros a los astros marcan,
siempre grandes órbitas en su ruta abarcan.
…Y así, por el mundo pasan los poetas,
como por el cielo pasan los cometas,
éstos explorando más azul de cielo
y aquéllos buscando el fin de su anhelo…:
de unos y otros cuentan peregrinas fábulas
mientras unos y otros hablan en parábolas..
Dejad que con áureas hebras de luz borden
del tapiz celeste el bello desorden,
pues si los poetas son los corazones
que en la tierra agrupan las constelaciones
de amorosos núcleos y de afinidades
para los hogares y las sociedades,
los cometas son con sus cabelleras,
del telar sublime raudas lanzaderas.
No indaguéis sus fines, no busquéis su centro
porque para ver lo que llevan dentro,
los destrozaríais en cien mil pedazos
los ahogaríais entre vuestros brazos:
son los descentrados centros de armonía,
son los bellos focos de la poesía,..:
vuestras mariposas ¡célicos jardínesl
vuelan sobre rosas… ¡llevan altos fines
—¿Cuáles?
—No se sabe: sábese tan sólo
que de Ocaso a Oriente y de polo a polo,
si alumbrando el cielo pasa algún cometa,
asombrando al mundo pasa algún poeta…!
—¿Cuándo?
—Siempre acaso. Los pocos que vemos
nos anuncian muchos que desconocemos
y que no fascina nuestro sol radiante
porque acaso han visto otro más brillante.
¿Será de temer que no lo hallen nunca
porque a cierta altura su órbita se trunca?
¿Será de temer que, siendo inmortales
nunca más se acerquen a nuestros umbrales?
—¿Cuántos vienen?
—No importa. Lo que importa
(ya que su senda es tan lejana y corta)
es inquirir de estos sublimes locos
a dónde van y a qué, siendo tan pocos…!
Divinos ilusos
que avanzais confusos
en triste montón,
¿cuál es la leyenda
que dejó en la senda
vuestro corazón?
«Ya templan sus liras, ya al cielo levantan
los ojos llorosos…! ¡oíd lo que cantan!
Infelices cuerdos
buscáis las bellotas
de inmundo placer,
¡dejadnosl que pocos
somos ya los locos
que ansiamos saber»!
—Moderad las notas de vuestros cantares
corazones tercos, locos singulares,
más que locos, tercos
que apacentáis puercos
y a vuestros hogares
quisiérais volver!…
—» Cerebros… sí… :corazones…
«no los hay locos ni cuerdos
«que unos viven de ilusiones
«y otros viven de recuerdos…»
—» Recuerdos…! ilusiones que pasaron;
«ilusiones… recuerdos que vendrán…;
«si el presente los cuerdos inventaron
«¿qué ilusiones la vida endulzarán?
—Si lo pasado es nada, porque pasó y no vuelve
sí nada es lo futuro porque vendrá después,
si en un instante solo la vida se resuelve
¿qué vale vuestra vida, filósofos, qué es?…
¿llama que inflama…?
gota que brota…?
nota que flota…?
flor sin olor…?
—Si es un instante lo que contiene
instante que huye, que huye y avanza…-
¡no es más la vida que una esperanza
que la sostiene!
Si es un instante siempre pasado
que en mi revive si de él me acuerdo..,
¡no es más la vida que… mi recuerdo
que la ha forjado!
Si es el instante de que dispones
que no es presente sino presunto-…,
¡no es más la vida que un negro punto
sin dimensiones
Tomadla, pues, en conjunto,
con la eternidad unida
si no queréis que la vida
quede reducida a un punto
que los puntos, por muchos que sean,
si son puntos de veras, no escritos,
la extensión de la línea no crean
a no ser, como Dios,… ¡infinitos!…;
y lo infinito en las humanas vidas
se llama eternidad
o, dicho en otras cifras conocidas,
es la inmortalidad.
Podréis jugar como queráis con ellas
y alterar la ecuación,
mas quererlas más claras ni más bellas
será fundir el sol con las estrellas,
será… ¡desmenuzarse el corazónl..,
¡Pobres sabios!
de oropeles,
coronados de laureles,
con las mieles
en los labios,
llena el alma de amargurasy de hieles
y el espíritu cargado de resabios!
¡Falsos soles que se mueven
en un corto circuito
del espacio
tan deprisa… y tan despacio
que jamás, jamás se atreven
a surcar el infinito
sin cometas que los lleven
sin antorchas de topacio!
…
Las sociedades
son nebulosas
que necesitan
del astro rey;
y en las ciudades
más populosas
reina el desorden,
son peligrosas…,
si se les quitan
fueros y ley.
Pero si admiran
a sus poetas,
a esos videntes
del porvenir
que en ellas giran
hechos cometas…,
impera el orden
sin bayonetas,
¡las pobres gentes
saben sufrir!
—Y ¿quiénes son poetas?
—Para Apolo
todo el que en verso canta un bello tema…;
mas para el pueblo…, sólo
aquellos cuya vida es un poema…
que va cantando amor de polo a polo.
Surgen sin heraldos, se nos aparecen
como estrellas claras en la noche oscura…,
miran.., lloran.., cantan…,¡ly desaparecen!,
no sin que las almas que en amor florecen
en su cáliz guarden la lágrima pura…!
Y estas bellas almas que en amor florecen
Ven su seno acogen lágrima tan pura…
son las flores blancas que en la senda crecen
de otros… que las tronchan y desaparecen
como los relámpagos en la noche oscura…!
Pobrecillas flores
pobres almas bellas
que han de herir traidores
cebándose en ellas
falsos trovadores
que insolentes pasan
prodigando amores
que la senda arrasan
con sus torpes huellas,
que tronchan las flores
y que las abrasan
como los relámpagos, como las centellas…!
—¡Almas buenas, almas puras, almas nobles,
dulces almas, almas grandes, almas buenas:
¡no temáis! el rayo es ciego, hiende robles,
hiere cumbres.,, ¡mas no ve las azucenas!
—Pero ¿que es la cumbre sino el corazón
donde late el fuego del volcán-pasión?
¡Esa voz! es sincera… acaso implora
esa voz… se burlaba y alguien llora- ^
—Oye, esclavo de amor…! Para esos rayos
hay en tu corazón un pararrayos…
-¿Cuál? ^
—El desdén; mas, como estás herido
tu único remedio es el olvido…
—¡Desdén o ingratitud…? ¿no hay otro mcdio..^
—El olvido o desdén… ¡no hay más remcdiol
—¡Oh maldita pasión!
—No la maldigas
pobre esclavo de amor, no contradigas
tu cordura de ayer… ¿olvidas, cuerdo,
que el odio es en la vida vil recuerdo?
—No lo será: restañaré mi herida…!
¡amor que mata no es amor! ¡se olvida!
A olvidar, pues, y aquel amor tirano,
muerto a las manos de Caín su hermano,
será el odio, será mi amor perdido
relegado a los cuervos del olvido…!
—Insensato! La sombra de Abel muerto
perseguía a Caín por el desierto…
¿olvidas que contigo irá tu mano?
Caín, Caín!… ¿qué has hecho de tu hermano?
—¡Mi hermano! ¿aquel amor? Mentís! Imcntlal
que a no matarle yo…, me mataría!
Bien muerto está: le arrancarán los ojos
los cuervos del Olvido..: sus despojos
fecundarán mi huella; en rojas flores
su sangre brotará -rosal de amoresy
de nuevo amaré… ¡cumplida suerte
que es el amor más fuerte que la muerte]
—¿Y olvidaste oh mezquino corazón
que forja un nuevo amor nueva ilusión?
—¡Luego… estos amores son como los otros?
—Lo ignoramos: eso lo vereis vosotros…!
—Luego unos amores, de otros son recuerdos
—No sabemos…: eso lo dicen los cuerdos
—Luego no hay más dicha que elamor presente?
—Eso ¿quién lo sabe?: lo dice la gente…!
—¿Qué debe hacer entonces el pobre corazón?
—Amar más todavía, amar sin ilusión…,
y obrando desde entonces como prudente y cuerdo
vivir de aquel amor amando sin recuerdo;
porque el amor es único, es la pasión primera
que alegró nuestra vida como una primavera;
y cuando ya lleguemos de la vida al otoño^
no nos queda otra dicha que cuidar el retoño
mientras le queden hojas, hasta que el crudo invierno
entre ellas nos sepulte bajo el letargo eterno..,
—¡Que triste solución!¿no queda otra esperanza?
—(Si interrumpís, no queda)… donde todo se alcanza
—¿Todo se alcanza?
-Todo!
—Y todos?
—Tal vez todos;
porque la Providencia es de infinitos modos
y una vez dado el paso de la inmortalidad,
hay para ser felices .. ¡toda la eternidad!
en la que caben todos, todos los pensamientos
todas las ansiedades, todos los sentimientos
todas las asías nobles que no se realizaron
en esta breve vida cuyas horas volaron…
ivida-instante en la cual todo cuanto sentimos,
todo cuanto nos hiere, todo cuanto sufrimos
tiene un raro valor que debiera animarnos…
¡el valor del minuto que deberá matarnosl
—Según eso… poetas, no temeis a la muerte?
—Los tristes la miramos como un don de la suerte
pues la muerte que mata esta vida traidora
devorando esta hiena que a su vez nos devora,
es un don de los cielos, es el don de los locos,
don que a todos alcanza y que amamos tan pocos.
—Luego amor es mentira?…
—No es mentira el amor,
que el amor es la vida y la vida es dolorl
—¿Yno hay más en la vida que el placer de sufrir?
—Quien renuncie al dolor que renuncie a vivir!
—Pero entonces en dónde hallaremos descanso?
—Donde acaba la vida,.; en su eterno remanso!
—Y entretanto ¿no cabe un consuelo esperar?
—Al remanso va el río y el remanso a la mar!
Sin embargo en el viaje hay un dulce consuelo:
el consuelo infinito de ir mirando hacia el cielo!
—Y allí se ama también?
—También se ama allí tanto
que aunque el río y el mar fueran solo de llanto,
bien valdría la pena de ir formando aquel mar
y el remanso y el río sin dejar de llorar…!
—Luego amar es muy dulce?
—Es tan dulce el amor
que no encuentra amargura ni en el mismo dolor!
—Y vosotros amais?
—¡Que sí amamos nosotros…?
¡así amasen los hombres] ¡así amarais vosotros
y no habría en el mundo quien supiera llorar,
ni una lágrima sola de dolor que enjugar…!
—Pero amor no es dolor?
, —Cuando se ama de veras
el dolor y las penas sólo son las quimeras
que acrecientan las ansias de un amor más intenso,
y el dolor es la lágrima que como un mar inmenso
traga el mar de la vida, este mar del amor
en que cae cual perla: eso sólo es dolor!
—Pulsáis la nota alegre, divinos trovadores,
cantemos a la vida, cantemos al amor!
—Amad! la vida es bella, amantes soñadores,
sufrid: ese es el himno que entonareis mejor,
— ¿Así son los locos
de esperanza llenos?
— ¡…así son los pocos
así son los buenos!
— Divinos ilusos del triste montón
esa es la leyenda
que alegró en la senda
vuestro corazón?
— Inconscientes locos, infelices cuerdos
que buscáis bellotas
en las ramas rotas
de tristes recuerdos…!
¿ésa es la leyenda
que cantó en la senda
vuestro corazón?
Así por el mundo pasan los poetas
como por el cielo pasan los cometas!
Dejad que se alejen, dejad que así borden
del tapiz celeste el bello desorden…!
(Poesías y Prosa, págs.., 52-55)
FE
Alejandrinos formados por dos hemistiquios regulares de conforman los quintetos de la composición que gira, toda ella, entorno a a un tema central: el de la fe. Tema puesto de relieve mediante las anáforas de la palabra fe, bien aparezca de forma explícita o bien sobreentendida valiéndose de locuciones como: la que, ora…
Tomad mi noble espada, la de amplios horizontes,
que en Sinaí fue rayo y luz en el Tabor,
la que horadaba peñas y trasladaba montes…,
la fe que hendió los mares y cúspides bifrontes,
la que era lengua y llama, no rayo vengador.
La fe del que a pie enjuto los lagos recorría,
la que colmaba redes y sosegaba el mar,
la que absolviendo adúlteras, amores escribía,
la que velaba el dogma porque nos cegaría,…
la que abre los sepulcros para resucitar,
La fe que a nuestros ojos es la piadosa venda
que de mirajes puebla los mundos de la luz,
que guía al peregrino por la escondida senda,
cobija con sus alas del nómada la tienda,
y bendiciendo al orbe, los brazos abre en cruz
Aquella fe del mártir que, sola y sin apriscos,
abría catacumbas e iba por doquier…,
ora, cual cierva herida, salvando agudos riscos,
ora, como leona, domando basiliscos,
ora arrancando presas al mismo Lucifer.
Aquella fe cristiana, sublime, redentora,
que mira a lo futuro y admira lo que fue;
que a veces enlutada, como la noche, llora,
mas siempre en las alturas sonríe cono aurora,
que es en la frente estrella y es ala bajo el pie.
Mi fe —que nunca mata como la del ateo—
mi fe, que es la esperanza y es bálsamo al dolor,
mi fe, no la del vulgo, esclava del deseo,
mi fe, que nunca duda, sino que dice «veo»…,
porque si sólo cree, ni es vida ni es AMOR.
(Poesías y Prosa, 63-64)
FLOR DEL PECHO
I
Hermosa alegoría de los estragos que en el alma del emigrante produce el alejarse de su patria. Divide el poema en tres actos, en el primero la búsqueda de un mundo nuevo donde espera encontrar todo deleite. En el segundo la realidad. El tercero la agónica muerte a la que es incapaz de hacer frente.
Combina, en toda la composición, el endecasílabo con el heptasílabo. En el primer grupo, de los tres de que consta la composición, nos encontramos con las siguientes estrofas: un septeto formado por un cuarteto seguido de terceto y esta rima: AbAbCCA. A continuación un quinteto y esta rima: AbAAb, esta combinación era ya frecuente en el siglo XV. Tenemos después un serventesio con el segundo verso quebrado para terminar con un sexteto, también quebrado, de rimas alternas.
En grupo segundo se repite el serventesio como en el primer grupo aunque el pie quebrado es, en este caso, el tercer verso.
El tercer grupo lo forma una décima de cinco rimas distribuidas así: AbAAcDEEDC.
Y volaba…, volaba…; huyó muy lejos,
hacia la inmensidad…;
y de sus trinos los amargos dejos,
hijos de la orfandad,
morían con el sol…, entre reflejos,
en brazos de los árboles, sus viejos
compañeros de angustia y soledad.
Nuevos amores ¡ayl su afán buscaba
en un mundo mejor
y… ipobre pajarillo!…, no pensaba
que su mal era… un mal que en sí llevaba,
que huía a su dolor!
¿Cómo es que un pajarillo desalado
el mar atravesó?
¡Ay de tí, ruiseñor desatentado,
a quien la astuta sierpe fascinó!
Un hálito de sierpe lo atraía
cual invencible imán…,
la ciudad era el monstruo…, la bahía
enorme boca abierta de caimán…,
el comercio un judío que ofrecía
por gotas de sudor migas de pan…
II
…Pero no eran los trinos ambrosía,
ni las plumas… de seda o de azafrán;
nada, nada valía
«¡si al menos se volviera… tulipán!»
III
Y el pobre ruiseñor agradecido
al rico mercader que lo salvó,
al que en la jaula le pusiera un nido
bajo un cielo, aunque obscuro, bien fingido…,
sus trinos ensayó…;
mas al ver que su esfuerzo era irrisorio,
agónico de pena y de congoja,
pagó el tributo de… su sangre roja
a los hierros del fúnebre escritorio,
y plegando las alas.,., expiró!!
(Poesías y Prosa, pág.,134)
LOS CIPRESES
Polirítmica y a la vez poliestrófica composición en la que el poeta evoca la muerte que le sugiere la presencia de los cipreses en los cementerios. El ciprés, entre griegos y romanos, representaba a las divinidades de ultra tumba y simbolizaba el luto.
En el vocabularoi que escoge el poeta se ve el dolor, el abatimiento, la amargura y la desolación que embargan su alma. Muchísimas repeticiones y anáforas para recalcar este sentimiento. Lo mismo podemos decir de las metáforas elegidas.
Erguidos y mudos
ante las siluetas de los palacetes,
parecen hachones, parecen blandones,
parecen espadas, parecen floretes
custodiando escudos,
—las tumbas cerradas—;
parecen lanzones
que velan el sueño de rotas celadas.
¿Qué soñáis, cipreses
en esta enlutada mansión de difuntos?
¿Soñáis con mandobles,
soñáis con reveses,
o soñáis con nobles
siempre cejijuntos,
y siempre corteses?
¿recordáis enconos? ¿lloráis abandonos
de vasallos vivos,
cual cetros altivos
de volcados tronos?
¡Fieros atalayas
de las infinitas y postreras playas
que en mortuorias arcas
conserváis los restos de viejas comarcas:
mástiles enhiestos de encalladas barcas.
¡Indices funestos
de graves patriarcasl
Siempre a hilar dispuestos
Sois los inflexibles husos de las Parcas.
Tétricos cipreses
donde grazna el buho, donde el viento zumba
parecéis puñales desgarrando embozos,
gritos guturales de hondos calabozos,
lánguidos sollozos
de bocas de tumba!
¡ayes de lo Inerte,
fúnebres cipreses; parecéis las mieses
que segando vidas respetó la Muerte!
Pálidos espectros
de mirada umbría,
alineados plectros
de eterna elegía!
En el gran desierto
donde se refleja mi mortal angustia;
de este libro abierto
donde mi cadáver es la rosa mustia,
cuyos tristes pétalos son las ilusiones
que por siempre han muerto,
sois las iniciales, sois los colofones.
Sois como estocadas
hacia el firmamento,
como pinceladas
que rasgáis el viento;
sois las boqueadas,
sois el sufrimiento,
sois las campanadas
del postrer momento.
Acecháis estrellas,
acecháis las vidas cual constelaciones,
y tocando en ellas,
al formar de tumbas rígidos renglones,
encendéis blandones
y encerráis las almas entre admiraciones
¡Inclináos, guardas
de los cementerios,
fieras alabardas
de mis cautiverios,
mudos centinelas de tristes misterios!
Ensanchad las filas
que de mi camino llévanme al ocaso…
iPaso a los espíritus, paso a las sibilas,
¡paso al alma! ¡Paso!
(Poesías y Prosa, pag., 148)
EL TOQUE DE ÁNGELUS
Soneto muy bien trenzado con sus quiasmos: ilusiones – campanas / campanas- corazones; suplicas – lejanas / gratas – ilusiones; vibraciones – mañanas / mañanas – decepciones; lo mismo sucede con los paralelismos: ángelus – resuena / mañana – resplandece; hombre – envejece / muerte anochece.
Abiertas al anhelo las ventanas
de la torre de nuestras ilusiones,
todas las ilusiones son… campanas,
y todas las campanas, corazones.
Ora vibren cual súplicas lejanas,
ora vibren cual gratas emociones,
todas sus vibraciones son… mañanas,
y todas sus mañanas, decepciones.
Sólo a veces el ángelus resuena
y la alegre mañana resplandece
cuando el alma, que vuela, ha sido buena.
Pero así pasa el hombre y envejece,
así viene la muerte y anochece
hasta que el roto corazón, no suena.
(Poesía y Prosa, pág., 197)
NIEVA
Hermosísima descripción de la nieve, elemento embellecedor del impresionante panorama de los días de invierno de su patria chica.
Le da una gracia especial a la composición el bisílabo de ritmo trocaico que abre y cierra cada una de las estrofas.
Nieva…!,
corre una brisa franca
que todo lo renueva
son las rosas que el aquilón arranca
leves hojas que el aire trae y lleva!
Nieva…!
parece que del cielo
se desgaja la rosaleda blanca
sobre el húmedo suelo
y en el valle, en el llano y en la loma
caen plumas de Cándida paloma!
Nieva…!
y caen dulcemente
estos besos del aire que los lleva
ya en la tépida gleba
ya en mi cálida frente
ya en la copa del árbol que se eleva
ya en el vidrio del agua transparente.
Nieva…!
nieva más, nieva ahora
tan abundosamente
que una sábana inmensa, fría y blanca
amortaja la tierra tristemente.
La bóveda se arranca
escamas de dolor, pero no llora;
con pétalos la cubre reverente.
Nieva..,,
y el cuerpo siente frío,
pero el alma creyente a Dios se eleva
añora los rigores del estío
y reza humildemente ..
¡reza ante tí. Dios mío
que eres sol de las almas refulgente!
(Poesías y Prosa, págs.., 222-223)
EL REY DE LA CREACIÓN
En este soneto se nos presenta la grandeza de la creación.
Alma mía, perpetua soñadora,
corazón, que en la alcoba de mi pecho
no pudiendo dormir, saltas del lecho
a esperar la salida de la aurora.
Ese sol que tan bello ves ahora
como un rey de sí mismo satisfecho,
a la tarde será, triste, maltrecho,
un ídolo caído, un dios que llora,
Mirad, pues, de la noche en lo profundo,,
leed de las estrellas el gran verso
y repita el dolor meditabundo:
«¿De qué te engreirás, hombre perverso?
¡el sol parece el corazón del mundo
y sólo un átomo es del Universo!»
(Poesías y Prosas., pág., 228)
ODA AL INEFABLE
Deus, cánticum novum
cantabo tibi…
Toda la composición proyectada en Octava sReales con la rima dispuesta de la siguiente manera: ABABABCC, arranca del versículo noveno del salmo 143 para componer una oda de tono solemne, centrada en la alabanza al Creador.
Las aliteraciones de la sorda “c”, reforzadas por la rotundidad de la sonoridad de la vocal “o”, imprimen a todo el poema un tono armoniosamente solemne, reposda y sentencioso, al tiempo que imprimen a las interjecciones de la segunda estrofa, una fuerza arrolladora, que arrastra tras de sí, todos los elementos más esenciales de la Creación: mar, fuentes, ríos, estrellas, montes, cielos, luna…
Tanta interjección produce, en el lector, un sentimiento profundo de admiración y sumisión al divino Creador. Añadamos a todo esto las anáforas de la primera estrofa y la humildad del poeta en el intento de cantar la Bondad del Señor y tendremos que admitir su maestría en la elaboración de estas tres primera estrofas, cuyo colofón lo forman los dos últimos versos con ese paralelismo antitético, entre lo que el profeta Jeremías exclama en el capítulo primero, versículo sexto declarando que no sabe hablar y el balbuceo del mal poeta, que es él.
Emplea, a continuación cuatro estrofas en explicar el significado de los nombres, que en la Sagrada Escritura se le dan a Dios, el Inefable, colocados de forma anafórica correlativa cada uno de ellos, nombres que pronuncias los elementos de la Creación, a saber: Jehová, Adonai yEloim, con los que, en la Biblia, se conoce a Dios.
Sí! yo quiero cantarle un canto nuevo,
de esos que canta el corazón a solas,
de esos que nunca oí, mas dentro llevo,
de esos que incuba el mar bajo las olas,
de esos que canta el ave sobre el huevo,
de esos que sobre el mar son barcarolas,
bajo el arco del templo sinfonía
y dentro de las almas, poesía.
¡Oh mar, oh fuente, oh río. oh surtidores,
oh lejanas y límpidas estrellas,
oh monte, oh cielo, oh luna, oh ruiseñores!
escuchad, escuchadme, cosas bellas!
¡oh rosas que me oís, oh abiertas flores,
oh brisas que os llevasteis mis querellas,
ángeles, sombras, mundos de belleza!
mis trovas escuchad, mi canto empieza.
«A Tí, Señor, a la Bondad sin nombre
canta el pobre poeta, canta… el mudo,
canta el rey de la tierra, canta el hombre,
yo te canto, Señor, yo te saludo.
¿El ingrato, el blasfemo? No os asombre;
el osado…, ante Dios… es tartamudo.
«A…, a…, a…» si así canta el gran profeta
¿qué podrá balbucir… el mal poeta?
«Je-ho-vá…» dice el agua dulcemente
desde el mar a los bellos surtidores;
«Je-ho-vá…» dice el cielo refulgente
en páginas de luces y colores;
«Je-ho-vá.,.» dice el orbe que se siente
inundado de amor y resplandores…;
y eso, que dicen cielos, mundos, mares,
lo dicen sin palabras mis cantares.
«A-do-nai…» dice el sol que en las alturas
refleja la hermosura de tu rostro;
*A-do-nai…» dice el rayo en que fulguras
cuando tus iras humillado arrostro;
«A-do-nai.” dicen lánguidas y puras
las lágrimas del sol, cuando me postro…;
y eso, que dicen sol, luna y estrellas
lo repiten gozosas mis querellas.
«E-lo-him…» dice el ángel en los cielos
sosteniendo las gradas de tu trono;
«E-lo-him…» dice el hombre en sus anhelos
al oir asombrado el te perdono»;
E-lo-him…» dice el bruto sin recelos
de tener a tu esclavo por patrono…;
y eso, que dicen ángel, hombre y bruto,
lo dice el corazón, miseria y luto,
«Jehová, EIohím, Bondad sin nombre,
Adonai, EIohím, a vos acudo!
EIohím, Trino y Uno, sois del hombre
la esperanza, la dicha y el escudo.
Cantadle ¡oh cosas bellas! no os asombre
y perdonad al pobre tartamudo:
mi canto no es un himno sino un lloro,
se reduce a decirle que le adoro.
Todo os canta, Dios mío, todo sabe
ser la voz del que clama en el desierto,
sólo ignora el mortal cómo os alabe,
sólo yo quiero hablaros y no acierto.
Acabe pues, Señor, mi canto acabe
y prosiga el magnífico concierto
con que todo os alaba mientras lloro
por no saber decir cuánto os adoro!
¡O mar, oh fuente, oh río, oh surtidores,
oh lejanas y límpidas estrellas,
oh monte, oh cielo, oh luna, oh ruiseñores!
¡alabadle, alabadle, cosas bellas!
¡las rosas se han reído de mis flores,
las brisas se han llevado mis querellas…!
¡ángeles, sombras mundos de belleza!,
mi canto se acabó y el vuestro empieza.
Decidle… lo que nadie decir pudo,
ya que Dios es «lo que es» y sin mudanza
decidle que aquí estoy pobre y desnudo ‘
ensayando otra vez nueva romanza;
decidle que soy ciego, sordo y mudo
mas no pierdo la última esperanza
de cantarle allá arriba el canto nuevo
que aquí dentro del alma escrito llevo
A los pies
«del que es.»
(Poesías y Prosa, pág., 238)
DOIMINGO DE PASCUA
¡Resurrexít!: Non est hic.
Soneto en el que leemos como El Resucitado se aparece a María Magdalena.
¡Magdalena! ¡flor bella!… ¿no percibes
que hoy te besan felices dos auroras?;
si tu Sol resurgió .., ¿por qué le lloras?
y si muerto está.. aún ¿cómo es que vives?
¡Alma mía! ¡flor muerta!, que aun escribes
con llanto de rocío tus doloras,
SI no crees en Él…, ¿por qué le adoras?
y si crees…, ¿cómo es que no revives?
El bello amanecer de tus amores
acaricia tu sien con flébil mano
y arranca de tu pecho los dolores….
¡Resucita Jesús! y… ¿será en vano
que el Sol enamorado de las flores
te visite vestido de hortelano?
(Poesías y Prosa, pág., 243)
PASCHA NOSTRUM
Resurrexít sicut dixit…
Otro sobre la Resurrección
¡Resucitó! Sus labios lo predicen
lo pregonan sus mártires, su gloria,
y hasta de un pueblo errante la memoria,
—mentís solemne a cuantos le maldicen.—
¡Resucitó, resucitó!… Lo dicen…
(o no hay mundo ni pruebas en la historia)
esos épicos cantos de victoria,
esos cantos de amor que le bendicen.
¡Más pruebas? ¿para qué, si no se leen?
El hecho es innegable,… fue previsto…
lo pueden comprobar cuantos deseen:
¡Veinte siglos lo ven que no lo han visto!
Digan, pues, los que viendo, no lo creen:
si Jesús no era Dios, ¿quién era.. EL CRISTO?
(Poesías y Prosa, pág., 243)
AL NIÑO-DIOS
Los tres siguientes sonetos se centran en Jesús Niño, su Circuncisión y Epifanía
Miradle, pastorcillos. y admiradle;
mas no le despertéis que tiene sueño.
Es tan grande… se ha hecho tan pequeño…
que cabe en un regazo: ¡contempladle!
Es vuestro Dios; oradle y adoradle,
¡oh reyes de la tierra! Es vuestro Dueño:
Deja un trono en los cielos.., busca un leño…
Es el Sol… ¡pobres pajas, abrigadle!
¿Será grande el Amor que, vuelto Niño
ensancha tanto el corazón humano
que cabe en él un Dios, por el cariño?
¡Mortales.., si no un trono al Soberano,
vuestro pecho cubrid con piel de armiño,
y haced un hueco en él a vuestro Hermano!
(Poesías y Prosa, pág., 250)
CIRCUNCISIÓN
De los coros celestes al arrullo
al calor de un regazo dulce y tierno,
sobre el seno más cálido y materno,
brotara, allá en Belén, el Dios-Capullo,
Y ahora de plegarias al murmullo,
al calor de los besos del Eterno,
el capullo es rosal, que en pleno invierno
contempla siempre helado el Dios-Orgullo.
Brotó la sangre en hábil cortadura,
y aquellas gotas de su sangre hermosas
que trémula arrancó la ungida mano,
entre los dedos de la Virgen pura,
de su amor fueron las primeras rosas
recién cortadas por un noble anciano.
(Poesías y Prosa, pág., 250)
EPIFANÍA
Cayó la raza humana y su querella
subió como una rauda golondrina ..
Y el Verbo se hizo carne: ¡ved cuán bella!
toda la humanidad ante El se inclina.
Fue como la caída de una estrella…
Fue como si una lágrima divina
(pues Dios que la creó lloró por ella)
cayese del dolor en la piscina.
Y Aquél que no cabía en el espacio,
Aquél a quien Herodes con encono
busca y persigue «en nombre de las leyes»
en vil establo a falta de palacio,
ante un pesebre, por mullido trono,
es Hombre, Dios y Rey; le adoran reyes.
(Poesías y Prosa, pág., 250)
A LA MUSICA GALLEGA
Un soneto centrado en las cualidades de la música gallega a la que le aplica doce adjetivos encomiásticos, todos ellos en colocación anafórica a principio de verso, para terminar con dos comparaciones
Serena, como el vuelo de sus aves,
dulce, como las noches de sus días,
clara, como el espejo de sus rías,
profunda, como el surco de sus naves,
grave, como sus bosques siempre graves,
varia, como sus verdes lozanías,
vaga, como sus magas lejanías,
suave, como sus brisas siempre suaves,
débil, como doncella requebrada,
fuerte, como pasión que arrastra y ciega,
mimosa, como niña enamorada,
viril, como el amor a quien se entrega..,,
tal es para Galicia su alborada,
¡tal es la fácil música gallega!
(Poesías y Prosa, pág., 309)
A LA MUSICA GALLEGA
Lema: “Montes«
Accésit en la Justa Poética organizada por
el «Orfeón Gallego».
Sigue el tema de la música gallega.
Juntad del ruiseñor los dulces trinos
con un rugido de leona en zelo
y de la tortolilla el hondo duelo
con el suave murmullo de los pinos.
Sorprended en un cruce de caminos
los suspiros que vagan, el anhelo
y las plegarias que del valle al cielo
elevan los honrados campesinos.
Combinad, si sabéis, la melodía
del saxofón con la «siringa» griega,
recoged en la eterna sinfonía
la risa que huye y el pesar que llega…
y habréis «soñado» música gallega,
¡mas no la habréis «sentido» todavía!
(Poesías y Prosa, pág., 309)
A LUGO
Lema:
¡Salve mi viejo solar!
Premio de Honor
A exaltar la grandeza de Lugo, ciudad del Sacramento, dedica las siguientes estrofas compuestas en sonoros y bien construidos cuartetos abrazados. ABAB.
En una fértil, extensa y hermosa campiña
donde a la bella Galicia reinar siempre plugo,
con su muralla sin par que la escude y la ciña,
sueña, domina, sonríe y complácese Lugo.
Reina y señora, hace siglos, de vastos dominios
émula un día, tal vez, de Sagunto y Numancia, ‘
ya no recuerda el ariete ni blandos triclinios, ‘
sólo conserva de Roma el valor, la constancia.
Yérguense aún; recelosos del monte lejano,
sobre la invicta muralla, cual mudos vigías,
de un esqueleto mural, del gigante romano,
dos ventanales, dos ojos, dos cuencas vacías.
Tiene la augusta ciudad la esbeltez de romana,
siéntase en trono de ruinas que oculta la hiedra,
viste el honesto candor de doncella cristiana…;
es un fragmento de historia a sus pies cada piedra.
Vierte en las termas de Augusto salud a raudales,
tiene, cual toda Galicia, luz, fe y horizontes,
guarda miradas furtivas que horadan cristales,
brinda en los labios del pueblo baladas de Montes.
Labra en silencio panales de abeja industriosa,
forja doradas leyendas de su cautiverio,
borda sus ricos tapices de reina y de diosa,
pinta paisajes de un reino velado en misterio.
Bello mosaico, de fe y adelantos producto;
todo es en ella pudor, simpatías, cariño,
y si la muerde algún tren escalando el Viaducto
besa rendida sus plantas la boa del Miño.
Reina en sus barrios extremos la paz de la aldea,
hierve en sus senos de virgen el ansia de vida,
muestra en la puente romana valiosa presea
y abre su Circulo de Artes cual rosa escondida.
Siente las hondas nostalgias del alma gallega
que su Orfeón interpreta y divulgan sus Coros,
canta motivos inéditos, en arte se anega,
y es la armonía que pasa vertiendo tesoros,..
Todas sus calles son nervios de amor y ternura,
todas sus plazas jardines, tacitas de plata,
y ora os sorprende, al cruzarlas, moderna hermosura,
ora ademán señoril, que al romano retrata.
¿Reconocéis a esta dama y señora del Norte
por su belleza feliz, arrogante y serena,
por su ducal distinción y magnífico porte?
Bella es muy bella sin duda. Veamos si es buena.
¡Ah! ¿no sabéis, no sabéis? De ciudades ejemplo,
fue bajo el yugo romano, modelo de estoicas;
ella erigiera, pagana, al Dios Unico un templo
y ella cultiva, cristiana, virtudes heroicas.
¡Cómo! ¿Dudáis que en su seno bondad atesora?
¡cómo! ¿olvidáis el que fue su mejor pensamiento?
Vedla en el templo, observad como, cuándo y qué adora:
Ama a Jesús, ama a Dios en el real Sacramento.
Le ama y le adora, constante, de noche y de día,
le ama y le teme, le imita.., y en su alma
serena reina la paz, el amor, la verdad, la alegría…
¡Lugo!, mansión del Amor, ¿cómo no has de ser buena?
Eres un trono de glorias fundado en granito,
brilla en tu seno del Sol Eucarístico el fuego,
llevas el alma abrasada de amor infinito…
¡salve mi viejo solar religioso y gallego!
¡guarda, hecho beso, el saludo del alma hecha grito!
¡Canta, Orfeón, a tu hermosa ciudad, canta a Lugo,
donde a mi Dios y a mi Patria reinar place y plugo!
(Poesías y Prosa, págs.., 310-312)
A SAN FROILÁN EN SUS FIESTAS
Cerramos la presente selección con esta composición que es un eco de la famosa leyenda de San Froilán, la del lobo, patrono de la ciudad de Lugo.
Glorioso Obispo de León que un día
supiste dominar con mano dura
de un lobo la fiereza y la bravura
que de otros lobos símbolo sería
¡Que hermosa debió ser cuando decía
«andando, hermano lobo!» tu ternura,
pues dando al buen pastor cabalgadura
el óleo a tus ovejas conducía!
Hoy que algunas se van de risco en risco,
sin miedo a la impiedad—lobo y verdugo—,
haz que un hijo del pobre San Francisco,
hijo y Pastor de la ciudad de Lugo,
conduzca sus ovejas al aprisco
y acepten de su mano el suave yugo.
(Poesías y Prosa, pág.., 337)
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