“Hoc hic mysterium fidei firmiter profitemur”: este lema expresa con toda claridad la firmeza y la certeza de la profesión de fe del pueblo de Lugo en la presencia real de Jesucristo en el Sacramento de la Eucaristía. Por eso, la solemnidad del Corpus, que hoy celebramos en Lugo de manera singular, evoca la fe de estas comunidades cristianas que alumbra con “resplandor de esta Presencia” como principal signo de identidad y marca registrada de la cristiandad de nuestra ciudad y de la Diócesis, especialmente también en Santa María de O Cebreiro.
La devoción al Santísimo Sacramento no solamente se manifiesta en los respectivos movimientos eucarísticos, en el esfuerzo de los miembros de la Cofradía del Santísimo Sacramento, en la reflexión y acción del LEC promovido por el Obispo Dr. Alfonso Carrasco (Centro Eucarístico Lucense) o en la Semana de Cáritas con su Pregón anual tan concurrido, sino y sobre todo en la adoración cotidiana y permanente del pueblo cristiano en Lugo, que se hace presente, cada día y cada noche, en el altar de la Capilla Mayor donde el Santísimo permanece expuesto día y noche. Obispos como Alonso López Gallo (1612-1624) nos dicen sobre el origen de este privilegio lo siguiente:
“y se habían celebrado en ella muchos concilios, en especial uno en tiempos de Teodomiro Rey de los
Suevos, en que se había extirpado la herejía contra los Priscilianistas, que negaban la verdadera, real
y permanente existencia de nuestro Señor Jesucristo debajo de las especies consagradas fuera del uso
de ellas; y que era tradición antiquísima dejen memoria desta dicha extirpación, quedó desde
entonces descubierto en el Altar Mayor el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, como al presente lo
está” (Archivo de la Catedral de Lugo, Actas Capitulares, 12, f 746 V)
Han transcurrido más de 400 años desde que López Gallo exponía de forma elocuente el origen del privilegio eucarístico lucense, y desde entonces, la devoción por la Sagrada Forma, en Lugo, siempre se mantuvo viva. La Eucaristía es una realidad muy central en la Iglesia hoy y, en Lugo, de forma muy singular donde las propias celebraciones mejoraron notablemente redescubriendo la centralidad de la Eucaristía para la vida de las comunidades y de su misión en el mundo.
Uno de los hechos en los que se ha materializado este privilegio lucense es la concesión de la renovación de la Indulgencia Plenaria cotidiana y permanente. Fue en el año 2016 cuando nuestro Obispo, Mons. Alfonso Carrasco, comunicaba este acontecimiento. El 13 de noviembre del 2024 se inauguró en la Catedral de Lugo, a la entrada de la Capilla de San Froilán, una placa de bronce conmemorativa, con el texto de esta concesión. La Iglesia de Lugo y la Iglesia universal sigue brindando, cada día y cada año, el regalo de la Eucaristía y otorga a todos sus fieles el privilegio de compartir diariamente las innumerables riquezas del misterio eucarístico. La Eucaristía es más que una devoción, es un precepto, un mandato del Señor. Ojalá incorporemos nuestra vida a la del Señor eucarístico, de manera que el tome forma en nosotros, para que la cristianía y la ciudadanía de Lugo se identifiquen en perfecta armonía.
Mario Vázquez Carballo. Deán de la S. I. Catedral de Lugo y Vicario General de la Diócesis