Quienes nos venden las nuevas tecnologías nos convencen de que posibilita la capacidad de la multitarea. ¿Favorece esto a nuestros niños y jóvenes?
Cuando un adolescente está sentado frente al ordenador con cuatro pantallas abiertas en su monitor, realmente no está realizando cuatro tareas al mismo tiempo. Está realizando lo que los neurocientíficos denominan «alternancia continuada de la atención». Es decir, dedica unos minutos (o menos) a realizar una tarea. Después pasa a la siguiente y a los pocos minutos a otra más. Y esto es así por una sencilla razón: nuestro cerebro no es capaz de realizar dos tareas a la vez si estas implican a la misma zona del cerebro.
Un adolescente puede estudiar mientras escucha música instrumental, por ejemplo. Pero si tiene que retener información verbal al mismo tiempo que escucha canciones con letra en su idioma, le resultará extremadamente difícil memorizar. Su cerebro saltará constantemente de la letra de la canción al texto escrito. No se concentrará, agotará a su cerebro y la información no quedará bien fijada. Esto es así porque ambas tareas requieren la activación del mismo centro del lenguaje.
El profesor Jim Taylor, de la Universidad de Denver, explica que la multitarea sólo es posible si se cumplen dos condiciones:
El problema es que este falso concepto de multitarea no es inocuo y tiene consecuencias significativas. Numerosos estudios, como los de Eppinger demuestran que cuando el cerebro pasa de una tarea a otra los circuitos neuronales hacen un receso entre la una y la otra. Este proceso no sólo consume más tiempo, sino que también reduce la eficacia en el desarrollo de las tareas. Es lo que explica que cuando nuestros niños y adolescentes tienen a la vez abierto el libro, encendido el ordenador para consultar alguna red social y el móvil sobre la mesa para recibir y enviar WhatsApp, su rendimiento escolar baja vertiginosamente y su fatiga mental aumenta.
El psicólogo David Meyer y su equipo, de la Universidad de Michigan, han comprobado que cuando se cambia rápidamente de ejercicio mental en sucesivas ocasiones, en lugar de completar una tarea antes de iniciar la siguiente, la eficacia del cerebro se puede ver disminuida hasta en un 50 % . Por eso, muchos jóvenes han perdido su capacidad de concentración y de leer y escribir textos largos.
Nuestro cerebro trabaja mejor cuando se emplea en una sola tarea de forma continua, en lugar de saltar de tarea en tarea reiniciando procesos una vez tras otra. Por eso, desde el COF diocesano de Lugo aconsejamos siempre a los niños y adolescentes que acompañamos, así como a sus familias, a que el estudio se haga de forma que no haya distracciones ni actividades ‘en paralelo’. Comprobamos una y otra vez que el rendimiento académico mejora asombrosamente en poco tiempo.
Xosé Manuel Domínguez Prieto
COF Diocesano de Lugo
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Comentarios a esta entrada:
Gumersindo Rego Fernnández
Me parece una información interesante y ben documentada
11:14 | 18/11/18
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