«Fonte Sagrada», algunas reflexiones

Este año hubo que esperar un poco, pero después de tres días de nieblas y nubes, se pudo ver como los primeros rayos de sol del día impactaban de lleno en el centro de la Fuente de nuestro pueblo.

Este acontecimiento, que solo se puede contemplar en el solsticio de verano, nos hace recordar toda la importancia del sol para la vida de la personas, que se podría estudiar desde la antropología y las ciencias, sin olvidarnos de la teología y la Bilblia.

Desde aquí quiero ofrecer unas cuantas notas que nos puedan ayudar a comprender mejor el simbolismo religioso de este acontecimiento, que se repite en otros muchos lugares del mundo, con sus variaciones.

Sobre el solsticio de verano y el día de San Juan Bautista

• El soslticio de verno es el 21 de junio. El 24 de este mismo mes, sólo  tres días después, se celebra la solemnidad del Nacimiento de Juan  Bautista, primo de Jesús. En estas fechas disfrutamos de los días más largos del año.
• No se trata, como dicen algunos, de que el cristianismo haya «expropiado» las antiguas fiestas paganas. Lo que hacen los primeros cristianos es llenar esas fiestas de contenido trancendente y un sentido cristianos, como hicieron con todas las cosas de la vida ordinaria.
• Zacarías, el padre de Juan Bautista, se refiere a Jesucristo como “el Sol que nace de lo alto”. Juan Bautista dice que conviene que él mengüe para que Cristo crezca.
• Si nos fijamos, una vez que llegamos al día más grande del año, 24 de junio, fiesta del nacimiento de San Juan, necesariamente a partir de esa fecha empiezan a decrecer los días. Será, seis meses después, el 25 de diciembre, día del nacimiento de Jesucristo, cuando vuelvan a comenzar a crecer: Juan decrece (24 de junio), Jesucristo crece (25 de diciembre).

El caso de la Fuente de Fonsagrada.

• La tradición vincula los milagros de esta fuente al Camino Primitivo a Santiago. Una de las leyendas cuenta que llegó un peregrino cansado y hambriento a este lugar, llamó a una casa a pedir algo de alimento, pero la casa era pobre y no tenían nada. El peregrino le indicó a la señora de la casa que fuese a buscar agua a la fuente para darle de beber. La mujer fue y cuando llegó de vuelta a casa el agua se había convertido en leche, de la que se alimentaron aquel peregrino y todos los de la casa. Esta historia nos recuerda al pasaje de Elías y la pobre viuda y su hijo, además de otros muchos.
• Por este milagro, la fuente es llamada “sagrada” y, fuera cómo fuera la historia, el hecho es que a este lugar se le llama desde siempre “Fonsagrada” (Fuente Sagrada). La fuente está dedicada a Santa María, de la que hay dos imágenes en la fuente: una en el centro y la otra a un lado. La parroquia de este lugar, situada al lado mismo de la fuente, también está dedicada a Santa María. Seguramente, así comenzó la historia de este pueblo: un peregrino, una fuente y Santa María.
• A esta fuente llega directamente el Camino de Santiago. Al coronar la fuerte pendiente que hay desde Paradanova, los peregrinos se encuentran de lleno con la fuente. Seguramente en otros tiempos, bastante lejanos, más de un peregrino sació su sed en esta fuente y aquí se repuso del cansacio.
• Por este último tramo del camino, que aquí conocemos como “Caella de Valeriano”, en estos días (21-24 de junio) entran los primeros rayos de sol del día e iluminan de un modo singular el centro de la fuente, con las imágenes de Santa María, como se puede ver en la foto.

Concluyendo…

• En el día más grande del año, el día de menos oscuridad, el Sol que nace de lo alto (Jesús) es acogido por la Virgen María, para ser su madre y pueda asumir la condición humana y guiarnos en la peregrinación de nuestra vida, para que un día podamos disfrutar de la eternidad en un día que ya no tendrá ocaso.

Miguel Ángel Álvarez Pérez

Párroco de A Fonsagrada.