@EL CORREO DE LOS LECTORES

En Ecuador intenté hacer la voluntad de Dios II

marzo 3, 2017 · 0:52 0

La isla Bellavista pertenece a Ecuador, está situada en el Pacífico, cera del continente y frente a Perú. Su nombre indica la belleza de sus paisajes, rodeada de manglares que brotan en el mar y donde habitan aves y mariscos de toda clase.

Sus habitantes acogedores y amables invitan a visitarlos con frecuencia.

Cuando me enteré de que estaba habitada y que eran evangelistas, a pesar de que otros católicos querían celebrar con ellos la misma Fe, me decidí a visitarlos.

La primera vez que fui recuerdo el miedo que llevaba, no sólo por la pequeña lancha de pescadores que llevábamos (agitada en las aguas) sino sobre todo pensando qué haría al llegar, cómo me recibirían y con que misión me presentaría.

Pero al acercarse la lancha la gente sale a ver quienes llegan, se me acercó una señora para darme un abrazo diciéndome:» Madrecita, madrecita…» a mi me salieron de prisa todas las lágrimas, no pude contestar nada, ella lo comprendió. Me reconoció enseguida como misionera católica española, tenía ya todas las puertas abiertas y mi misión reconocida en la isla. Mi miedo terminó de repente. En su casa me quedé siempre que fui a la isla. La visité todos los meses que estuve en Ecuador.

¡Qué recuerdos ! Unos, gratos, otros, no. ¿Cómo explicarlo?

Fue cuando Ecuador y Perú vivían en gran tensión hasta el punto de tener preparados ambos países sus ejércitos para la guerra.

En esa fecha he visto en la isla, bajo los frondosos árboles cañones apuntando a Perú y otras armas ocultándolas como podían. Lo que más pena me dio fue visitar el albergue de los soldados, no eran muchos, me pedían que rezara por ellos, me contaron que de noche algunos llegaron a creer que un fantasma debía entrar a luchar, porque en el sueño se agitaban y en verdad peleaban.

No me extrañó nada, el miedo estaba justificado. Si Perú avanzaba, eran los primeros atacados y allí estaban esperando la orden de defenderse.

¿ Qué sucedió luego ? La bella acción de la Iglesia en la defensa de la paz salvó la situación ¿cómo olvidarlo?

Los Obispos de ambos países convocaron a sus fieles a celebrar varias Eucaristías justo en el acceso que tenía Perú para pasar a Ecuador. Sus fieles de los dos países acudían en bloque a salvar la situación y la oportuna intervención de dichos Obispos apoyados por el Papa, en el plano político impidió la declaración de guerra.

Yo continué visitando la isla, he visto como allí asistían a la celebración de la Palabra.

Como se preparaban para el bautismo de los niños y la fiesta que se organizó para dicho día.

El Mensaje de Cristo es paz, alegría y amor ¿cómo olvidarlo?

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