Mes de junio, mes de la eucaristía con la celebración de Corpus, y en Lugo ampliado y festejado especialmente en la Octava de esa fiesta. Son días especiales para la para todos los lucenses. Mostremos nuestro amor y adoración a este sacramento, a Cristo presente realmente en la Sagrada Forma que contemplamos, adoramos y amamos.

Nos recordaba Benedicto XVI, en una alocución hablando sobre la eucaristía, “contemplamos, adoramos y amamos a Aquel que durante la cena pascal, ha entregado su Cuerpo y su Sangre a sus discípulos para estar con ellos “todos los días, hasta el fin del mundo”.

Adoramos a Aquel que está al inicio y al final de nuestra fe, sin el que no seríamos nada, sin el que no existiría nada, nada, absolutamente nada. Aquel por medio de quien se hizo todo; Aquel por quien hemos sido creados para la eternidad; Aquel que nos ha dado su propio Cuerpo y su propia Sangre. Él está aquí, ante nosotros ofreciéndose a nuestras miradas.

Y le amamos. Y al que buscamos amar todavía más ya que está abierto a nuestras preguntas, a nuestro amor, siendo el Sacramento vivo y eficaz de la presencia eterna del Salvador de los hombres en su Iglesia.

“Si Cristo permanece en nosotros ¿de qué tenemos necesidad? ¿Qué nos falta? Si permanecemos en Cristo, ¿qué más podemos desear? Es nuestro huésped y nuestra morada. ¡Dichosos nosotros que estamos en su casa! ¡Qué gozo ser nosotros mismos la morada de tal huésped! (San Pierre- Julien Eymard).

Os invito, y ruego, a que no faltemos a los actos del Corpus y especialmente el domingo de la Octava, celebración de la Ofrenda al Santísimo Sacramento del Reino de Galicia. Seamos apóstoles de la adoración. Recordemos lo que nos enseñó Benedicto XVI: “La Adoración no es un lujo, sino una prioridad”.

Ya que orar de día y de noche es necesario para que todos podamos vivir la profunda vocación a la santidad.

Daniel García

Párroco de Albeiros y Gándaras

Canónigo del Catedral de Lugo