Con tal motivo, recuerden los padres el protagonismo que a ellos incumbe, para que la Primera Comunión de sus hijos sea un verdadero encuentro con el Señor, comienzo de una vida eucarística, que les acompañe a lo largo de toda su vida de adultos.

La carta que una madre escribió a su hijo el día de su Primera Comunión, y que hoy insertamos en este diario, puede serviles de modelo a otras madres para que hagan algo parecido con sus hijos.

La carta dice así: «Querido hijo: En este día tan grande, quiero dar gracias a Dios por haberte permitido llegar hasta aquí. Un día quisimos que fueras bautizado y te hicieras hijo de Dios. Por tanto, es nuestra responsabilidad ayudarte a crecer en la fe y en el gran amor que Dios nos tiene. Esta es nuestra misión, como padres cristianos.

El más grande de los regalos que hoy has recibido es comulgar y recibir al mismo Jesús en tu corazón.

Hoy comienzas un largo y hermoso camino.

A tu papá y a mi nos daría pena que te quedaras sólo en este día y no continuaras caminando hasta llegar a la meta. ¿Te imaginas que pasaría si no quisieras seguir asistiendo a clase, porque crees que con lo que  sabes es suficiente?. Te quedarías en la cuneta. Pues igual pasa con las cosas de Dios: si no sigues creciendo en el conocimiento y amor de Dios, difícilmente podrás entender lo que es ser un buen cristiano.

Me da mucha pena que niños y mayores sólo demos importancia al vestido, a los regalos, al banquete y a las fotos.

Me gustaría que tú no pensaras así y que fueras descubriendo que los valores cristianos están muy por encima de las presunciones de los hombres.

No olvides que Dios siempre está ahí: acude a El, que quiere ser tu mejor amigo. Sólo tienes que aprender a buscarlo, porque El sale a tu encuentro.

Adelante, la puerta está abierta: Jesús tiene los brazos extendidos para acogerte como amigo.

Este es el gran regalo que Dios te hace en este día. Acéptalo con ilusión y agradecimiento.

Y ya sabes que tu papá y yo estamos contigo para ayudarte, porque también nosotros te queremos mucho”.

Indalecio Gómez Varela

Canónigo de la Catedral de Lugo