MIGUEL ÁNGEL ÁLVAREZ PÉREZ | CONSILIARIO DE MANOS UNIDAS LUGO

Frenar la desigualdad está en tus manos

febrero 8, 2023 · 23:03 X

Estamos en la semana grande de Manos Unidas, organización de la Iglesia en España que lucha contra el hambre en el mundo desde hace ya casi 65 años.

El lema de la campaña de este año, «frenar la desigualdad está en tus manos», nos conmina, una vez más, a hacernos responsables de la situación y a poner todo lo que está en nuestras manos para cooperar con el desarrollo de los lugares más empobrecidos y excluidos del planeta.

Este lema nos lleva a pensar en aquellas palabras de Jesucristo, «dadles vosotros de comer», y en otros muchos milagros en los que liberaba de las distintas esclavitudes a los que se acercaban a él.

No se trata de llenar estas líneas con datos de las personas que pasan hambre en el mundo o de las que no tienen acceso a la sanidad o a la educación. Sabemos de sobra que no todas las personas tienen ni los mismos medios ni las mismas oportunidades. Aunque estamos en la era de la información, ahora no se habla de estas cosas ni vemos imágenes en la televisión de niños famélicos ni con el vientre hinchado como hace años. Pero que no se vean no quiere decir que no existan.

No podemos autoengañamos con eso de que «ojos que no ven, corazón que no siente», porque la realidad es la que es y nos denuncia: la desigualdad se ha convertido en la mayor amenaza y el mayor desafío mundial. Para muchas personas, pensar en desigualdad y en hambre es pensar en un reto imposible, un problema sin solución ante el que no se puede hacer nada.

La obligación, al menos moral, de ayudar a los demás es algo natural en el ser humano. Lo normal es que las personas nos ayudemos en la medida de nuestras posibilidades. En principio no necesitaríamos más alicientes para hacerlo, bastaría el solo sentimiento humanitario.

Pero los cristianos tenemos una motivación más y mayor, ya que Jesucristo vino a poner los medios para alcanzar un nuevo orden para los hombres: el Reino de Dios, que, como dice uno de los prefacios de la misa, es «un reino eterno y universal, el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz».

Se trata de un Reino ya inaugurado, pero que llegará a su plenitud hasta el fin de los tiempos. Estamos todavía en camino, mas queremos vivir ya desde ahora y adelantar al tiempo presente las condiciones de ese Reino, que está llamado ser plenificado: que todo el mundo pueda vivir en justicia, amor y paz. O, dicho de otro modo, que todos, sin excepción, podamos tener los medios suficientes para llevar una vida digna en lo material y lo espiritual.

Sin embargo, Dios, aunque hace milagros, no hace magia. Nuestras manos están llamadas a ser las manos de Dios. Dios nos pensó autónomos y nos dio la capacidad de luchar con nuestras propias manos contra el hambre, la desigualdad y las injusticias.

Por humanidad, como colaborador del Creador, como anticipo del Reino de Dios, frenar la desigualdad está en tus manos. ¡Colabora con Manos Unidas!

Miguel Ángel Álvarez Pérez

Consiliario de Manos Unidas Lugo