EL CORREO DE LOS LECTORES

Hacia una «nueva oración» para una «nueva evangelización»

septiembre 18, 2017 · 13:34 0

Comenzamos con dos preguntas sencillas pero fundamentales:

-¿Qué tiene que producirse en la iglesia de hoy para que pueda comunicar al Dios de Jesucristo como buena noticia para el hombre contemporáneo?

-¿Qué ha de suceder en las comunidades cristianas para que se pueda desencadenar una «nueva evangelización», es decir, la comunicación viva del Evangelio como algo nuevo y bueno?

No hay evangelización si no hay experiencia del Espíritu. No habrá nueva evangelización si no arranca de una nueva experiencia pascual. No hay evangelización si no hay Pentecostés.

La experiencia pascual, desencadenante de la evangelización

Los relatos pascuales nos ofrecen un dato básico y central. Los encuentros con el Resucitado terminan siempre en una llamada a la evangelización: «Como el Padre me envió, también yo os envío» (Jn 20,21); «Vosotros sois testigos de estas cosas» (Lc 24,48); «Id y haced discípulos a todas las gentes» (Mt 28,19); «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15). El encuentro con Jesucristo resucitado no se puede callar, hace surgir el anuncio, provoca la evangelización, es decir, la comunicación de la experiencia pascual.

En los discípulos, sólo cuando han vivido la experiencia gozosa de la salvación que Dios realiza en Jesucristo, irrumpe la exigencia de evangelizar.

Pero, ¿qué es evangelizar? Evangelizar es actualizar o reproducir hoy esa experiencia salvadora, transformadora, y esperanzadora que comenzó con y en Jesucristo.

Dicho de otro modo, evangelizar es hacer presente hoy en la vida de las personas, en la historia de los pueblos, en la convivencia social, en los conflictos, los gozos, las penas y trabajos del hombre actual, esa fuerza salvadora que se encierra en la persona y acontecimiento de Jesucristo.

Por eso, la acción evangelizadora hacia otros arranca siempre de la experiencia personal con Jesucristo vivida por los creyentes en el seno de la comunidad cristiana.

La evangelización es siempre expansión, irradiación, comunicación de la experiencia de salvación que vive el creyente y la comunidad de creyentes.

Sin una nueva experiencia Pascual no hay nueva evangelización. La iglesia no tendrá más fuerza evangelizadora si en su interior no hay una experiencia más viva de la salvación que Dios nos ofrece en Jesucristo.

Pidamos al Señor ésta fuerza para nosotros y para la iglesia, que mucho la necesitamos en estos tiempos que nos toca vivir.

(Resumen de una ponencia de José Antonio Pagola. Preparado por JVL)

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