ANTÓN NEGRO EXPÓSITO | SACERDOTE Y SOCIÓLOGO

La desertización poblacional

julio 5, 2023 · 12:16 0

La desertización poblacional es un hecho en la mayoría del territorio español, la llamada “España vaciada”. No analizo el conjunto de las provincias afectadas, pues nos llevaría a pensar que eso afecta a los otros. Me centro en la diócesis de Lugo que abarca parte de tres provincias y que son 50 ayuntamientos (No incluimos algunas parroquias pertenecientes a los ayuntamientos de Arzúa, Guitiriz y Vila de Cruces). Examino datos de 1940 y 2022.

La diócesis lucense tenía 414.861 habitantes en 1940 y baja a 258.192 en el 2022, ¡un descenso de 156.669 personas! Pero el ayuntamiento de Lugo creció en 54.406 en ese período.

La desertización del territorio diocesano se ve agravada excluyendo los ayuntamientos de Lugo, Lalín, Melide, Monforte y Sarria, al bajar de 306.922 a 102.047, ¡un descenso de 204.875 habitantes! Es decir, la población de los restantes 45 ayuntamientos no es un tercio de la de 1940. En varios ayuntamientos hay aproximadamente el 20 % de la población de 1940: por debajo en Carballedo, Cervantes, Folgoso del Caurel, Navia de Suarna, Negueira de Muñiz y Samos; apenas por arriba en Baleira, O Incio, As Nogais, Pedrafita do Cebreiro, Pobra do Brollón, Ribeira de Piquín y Sober. ¡Lo que supone bajar de 80.031 a 15.612 habitantes!

No se prevé un futuro optimista con los datos de 2022, pues de los 258.192 diocesanos son menores de 30 años 56.380 (poco más del 20 %) pero los mayores de 65 son 76.530. Los demógrafos se alarman cuando los mayores de 65 años superan a los menores de 15, ¡y aquí superan ampliamente a los menores de 30! Es más, los menores de 10 años en la diócesis son 16.702 y los mayores de 85 son 18.416, de los que son niñas 8.153 y ancianas 11.683.

Ahora examino los 45 ayuntamientos que bajaron a 102.047 habitantes en el año 2022. En ellos son menores de 30 años 17.263 (un escaso 17 %) y mayores de 65 más del doble, 37.835. Pero hay que tener en cuenta que muchos de los empadronados entre 18 y 30 años viven fuera por estudios o comienzo de la vida profesional. Además los mayores de 85 años son 9.946, más del doble de los menores de 10 que son 4.804, ¡que en el sexo femenino las 6.091 ancianas casi triplican a las 2.353 niñas!

Todo apunta a que la huida de jóvenes de la España desertizada continuará, por lo que en 20 años se perderá cerca de la mitad de su población. ¿Y qué respuesta se da desde la política? Veamos dos hechos de julio del pasado 2022:

-Los días 12-14 en el debate del Estado de la Nación Pedro Sánchez anuncia subvencionar los viajes de los trenes de cercanías de Madrid y Barcelona.

-El día 18 se acerca a Casas de Miravete (Cáceres) y culpa de los incendios al cambio climático.

Para el presidente donde hay bastante votantes hay medidas de política económica, pero si hay pocos y empobrecidos solo queda culpar a la “malvada naturaleza” que hace crecer la vegetación en primavera que luego seca o reseca y arde, o incluso culpar a los campesinos del cambio climático por ignorantes y mala fe. Pero, ¿no tendrán que ver los incendios con las medidas anunciadas en ese debate?

Debo constatar que las campañas antinatalistas iniciadas en el pasado tuvieron tanto éxito que van a dejar a muchos lugares sin antinatalistas. Incluso hay, al menos, dos libros, “Él Planeta Vacío” y “Suicidio demográfico en occidente y medio mundo” sobre el tema.

Los datos anteriores también manifiestan que hay niños sin hermanos a los que sus padres, abuelos y bisabuelos intentan “comprar” su cariño, ya que son el centro de atención de todos. Por eso, cuando se junten en una clase con otros 20, se sentirán postergados, despreciados, abandonados, ninguneados, marginados, maltratados… Con todo esto, ¿a quién le puede sorprender que aumenten sus problemas psíquicos y de convivencia?

De la misma manera afecta a la vida de la Iglesia y se expresa entre otras cosas en el poco clero, pero cuando me dicen eso suelo preguntar: “¿para qué quiere curas una sociedad que no cree en la vida según los datos sociológicos?”. Esta falta de curas, ¿no será una clara señal anunciadora del suicidio de esta sociedad? ¡Es preciso despertar! Estamos en un tiempo en el que hay que cultivar el “resto de Israel” que cree y apuesta por la vida y el futuro…

Antón Negro Expósito

Sacerdote y sociólogo.

Delegado de Cáritas Diocesana

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