Como dicen en los programas informativos de los medios de comunicación «la actualidad manda». También aquí traigo uno de los temas que fue actualidad estos días y que tardaremos en olvidar: el rescate de Julen.
Hace unos meses escribí un artículo titulado «¿Tan poco vale la vida humana?», pero, después de lo visto durante el rescate de Julen, como les comentaba, consideré que debía cambiar el título y, a pesar del fatal final de la historia, constatar que la vida tiene valor, un valor absoluto y por eso había que luchar, incluso contra todo pronóstico y sin mirar lo que se costaba. La prueba está en los cientos de personas que trabajaron en el rescate del niño.
No quiero entrar en más detalles sobre este caso tan peculiar por lo inusual que fue. Sé que la muerte de cualquier niño o cualquier ser querido es muy dolorosa para los suyos, aunque no se le dedique un solo segundo en la televisión. Por no hablar también de los cientos de personas, anónimas para nosotros, pero no para sus familias, que se quedan en el fondo del Mediterráneo en su éxodo hacia una tierra mejor.
A tiempo pasado me quiero quedar solo con lo bueno, como decía más arriba, y con una oración por Julen y por sus padres y por todos a los que representan.
Pero aún no había terminado el fin de semana del rescate, en el Telediario de TVE1 de la noche, en uno de los reportajes, al que le dedicaron bastante tiempo, se trataba el tema de la eutanasia una vez más. En menos de diez minutos se pasó de dar la noticia del funeral de Julen y de recordar todo el operativo, a ofrecer las opciones que tenemos para «eutanasiarnos» hasta que en España se promulgue la ley que permita hacerlo legalmente.
En un minuto pasamos de aferrarnos a un imposible, a defender el derecho de terminar la vida de quien se considera o consideramos que no merece la pena ser vivida.
Tanto defendemos que se gasten 100.000,00 € diarios para salvar una vida, como pedimos que se pueda eliminar al niño no nacido y no deseado con total normalidad, sin que nadie vea la aberración, ni tan siquiera la incoherencia, por defender una cosa y la contraria al mismo tiempo. Solo en España se realizan casi 100.000 abortos cada año.
Por otro lado, ese mismo fin de semana también conocemos que en Nueva York aprueban que se pueda abortar hasta el minuto antes de nacer.
Uno de los entrevistados por el tema de la eutanasia decía que «el titular de vida tiene derecho a disponer de ella». Pero resulta que ningún humano se da la vida a si mismo, sino que nos viene dada. Por lo tanto, no podemos disponer de ella ni tampoco decidir sobre la vida de los demás, porque su valor es absoluto en todas sus etapas, como absoluto es el que nos la dio.
Miguel Ángel Álvarez Pérez
Párroco de A Fonsagrada
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