¿Querido? Dios:
Pongo la interrogación en “Querido”, porque no sé si te quiero de verdad. Sé que me gustaría mucho quererte, pero no te conozco tanto. Te conozco por lo que leo de ti, escrito por otros y, además, con dudas de si será verdad o no lo que dicen.
Perdóname. Quiero ser sincera conmigo misma. Tú, ya sabes lo que pienso porque conoces mi interior.
Empecé a buscarte hace unos cuatro años. Al principio sabes que lo hice muy ilusionada por encontrarte y con angustia, a veces, por mis dudas e increencias. Ahora esa ilusión que tenía ya no la tengo, es distinto. Sé que no te voy a encontrar, por lo menos en este mundo. Me acomodé ya a ir por este Camino, sin ilusión y las dudas ya no me atormentan.
Sabes que busqué ayudas y que poco encontré. Señor, no te quiero escribir y hacer reproches sobre los demás, no es lo que tú me enseñaste. Pero sí sabes lo que pienso y, aunque no quiero juzgar, me diste una mente para pensar y razonar y sabes que estoy defraudada y a veces enfadada ¡Perdóname!
Jesús, ¿Qué puedo hacer? Dios mío, lo que sí pienso, a veces, es que quizá algo aprendí sobre lo que tú quieres: amor a los demás, compasión, ayuda. Sé, que en esto también fallo mucho, pero algo, puede ser que lo esté intentando. ¡Ayúdame Jesús!
Ah! Dios mío, lo que sí quiero hacer es darte las gracias por todo lo que me has dado en la vida: mis fabulosos padres, hermana, abuelos, amigas etc. Me diste muchísimo, pero lo que me pregunto es ¿Por qué me diste tanto y a otros tan poco?¿Por qué tienen algunos que sufrir tanto?¿Por qué existen los desastres naturales y tanto sufrimiento?. En esto no te puedo entender, Señor. Perdóname, otra vez.
Quiero seguir buscándote, no quiero volver a dejarte, quiero sentirte cerca. No quiero tener tanta duda, tanta increencia. Quiero que me sea más fácil buscarte y quiero más ilusión. Empújame un poco, Señor.
Perdóname mucho por todo y ayúdame mucho. No quiero volver a escribir “querido” con interrogación. Quiero quererte, quiero creer en ti, sería lo mejor que me pudiese pasar ahora.