MARIO VÁZQUEZ CARBALLO | EL PROGRESO 8 DE OCTUBRE DE 2017

San Froilán de Lugo

octubre 8, 2017 · 8:00 0

El día cinco de octubre, siguiendo una venerable tradición, Lugo celebró y celebra con gran solemnidad las fiestas de San Froilán. Los que nos consideramos herederos de su gran obra, ya milenaria, nos sentimos urgidos a no olvidar ni ignorar su vida, sino a fijar los ojos en él, imitador de Cristo y buscador de Dios.

Aunque solamente sea por orgullo lugués, lucense  y leonés, no está bien que  ignoremos lo esencial de la vida de nuestro santo. Es por ello que, aprovechando las fiestas en su honor, destacamos algunos aspectos de su hagiografía.

La vida de Froilán la cuenta Juan Diácono en códice escrito en el año 921. Según las crónicas, nació en el lugar llamado “Regueiro dos hortos”, cerca de la capilla del Carmen, en cuyos jardines existe un monolito conmemorativo de su patronazgo y nacimiento, en forma de mitra episcopal con una grabación de un báculo y un león y una inscripción que reza: “neste lugar chamado “Regueiro dos hortos” naceu no ano 833 o Patrón de Lugo san Froilán”.

En la Catedral, muy cerca del lugar de nacimiento, fue bautizado por padres nobles y piadosos que le ponen por nombre Froilán, antropónimo de origen germano formado por “frauji” (señor) y “land” (tierra, patria). El entorno de la Catedral en la ciudad de Lugo le vio nacer y crecer ya que, muy probablemente, fue educado en la escuela catedralicia. Cuando a los 18 años responde a la llamada de Dios para la vida contemplativa, se encamina hacia Valdecesar (hoy Valdorria, lugar mágico donde se puede hacer una preciosa ruta a la “Capilla de San Froilán”) en la provincia de León. Fundador de numerosos monasterios, el pueblo y el rey consiguen que acepte el episcopado de León entre los años 900 y 905 (fecha de su muerte). Su sabiduría, su don de profecía y su facilidad para la predicación, hacían de este santo un personaje de gran popularidad y con gran número de seguidores. Canonizado por petición popular, llegó a tener culto litúrgico en la Iglesia Universal y fiesta, con su octava, en España.

En la Catedral tiene una preciosa capilla restaurada a la que también se accede ahora por la fachada principal a través de la Puerta Santa, abierta con motivo del Año de la Misericordia. En la cabecera de la capilla se conserva, como joya venerada y estimada, el sepulcro de Santa Froila, su madre, y el del recordado obispo franciscano Fr. José Gómez González. Además, la Catedral cuenta con una preciada reliquia que se venera en un brazo de plata, muy especialmente el día de la fiesta del Santo y ahora se expone en el Museo Diocesano.

Pero Lugo no solamente honra al Santo en la Catedral, también le ha dedicado la Parroquia de San Froilán (allí se venera una bella imagen del santo esculpida en 1943 por Manuel Miranda de Santiago de Compostela), el Cementerio de la ciudad, significativas obras biográficas, las Fiestas Patronales y romerías, las famosas ferias, el culto que se extiende por otros lugares, el arte, la leyenda. Pero sobre todo, san Froilán es modelo de amor a Dios, al Dios único y verdadero que no sólo se deja amar por quien le busca sino que se deja ver y se hace el encontradizo en los caminos de la historia humana en palabra y figura. Desde Froilán y por Froilán, volvemos a hablar de Dios y recordamos la grandeza de este ser humano que, a sus dieciocho años, se puso en camino hacia las montañas para salir al encuentro de lo que nos transciende. Este ingenioso “domador de lobos”, lo dejó todo por seguir a Cristo por caminos desconocidos, conquistó gentes para hacer el bien, y esto no lo olvida Lugo, lo mismo que León, donde estuvo, está y estará siempre presente en sus realidades eclesiales, culturales y sociales.

Mario Vázquez

Vicario General diócesis de Lugo

Foto: Diócesis de Lugo

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