Las encontré muy animadas y contentas

Pertenezco a la parroquia de san Froilán y quiero compartir un caso que me ha sucedido y que me llenó de alegría.

Se trata de tres hermanas que viven en la misma casa. La mediana pertenece a la Asociación de la Medalla Milagrosa y asistía regularmente a la reunión mensual que tenemos, aunque durante los últimos meses la salud se lo impedía. Ahora, gracias a Dios, está mejor.

La hermana más pequeña también enfermó y no podía valerse por si misma. La mayor tampoco estaba en condiciones de hacerse  cargo de la casa ni de sus hermanas.

En la parroquia nos enteramos de esta situación complicada. Alguien les contó a las Hermanas de la Cruz el caso y fueron ellas las que se hicieron cargo del cuidado de esta familia. Iban todos los días, por la mañana y por la tarde, para ayudarlas a levantarse y acostarse y en las cosas de la casa.

Cuando fui a verlas y me contaban cómo las ayudaban las Hermanas de la Cruz, me alegré muchísimo. Es la prueba de que podemos confiar en el Señor, que no nos deja nunca solos, nos acompaña y soluciona, con su providencia, los problemas que se nos presentan.

Las encontré muy animadas y contentas. Ahora, ya más recuperadas, siguen su vida sencilla y humilde.

Doy gracias a Dios por esta experiencia, por la parroquia y por las personas que va poniendo a nuestro lado para ayudarnos y dar sentido a nuestra vida, también cuando los problemas parece que nos van a vencer.

Sor Julia.

Foto: Cathopic.com