INDALECIO GÓMEZ VARELA | CANÓNIGO DE LA CATEDRAL DE LUGO

El cristiano, un plagio de Cristo

agosto 7, 2022 · 17:46 X

El plagio de Cristo no implica identidad de naturaleza, si no similitud de comportamiento. La identidad de nuestra naturaleza, con la de Jesús sería una herejía, puesto que naturaleza divina solamente existe una que comparten por igual Padre, Hijo y Espíritu Santo. Jesucristo vive un proceso de obediencia al Padre. Su relación con el Padre es lo nuclear de su ser de Hijo. El ser de Hijo es el fundamento de toda espiritualidad.

La filiación de Jesús es como un proceso con cuatro momentos fundamentales: su Encarnación (Lc 1,35). Su Bautismo (Mc 1,11-12). Su Predicación del Reino (Lc 4,14-18) y su Resurrección (Rm 1,4). En este proceso de su actuación filial de Jesús está presente el Espíritu, en dos etapas: el descenso de su vida se hace por obra y gracia del Espíritu Santo; y su situación redentora se realiza en virtud del divino espíritu. Él Espíritu nos hace obedientes al Padre, como Jesús, y el Espíritu nos hace hijos con el Hijo. En una palabra, Cristo es modelo de toda espiritualidad cristiana.

Según Von Balthazar, hubo tres tipos de espiritualidades a través de los siglos:

  1. Espiritualidad del “heros”= tendencia del hombre hacia un concepto optimista de si mismo.
  2. Esfuerzo del hombre por alcanzar la perfección suprema de su ser.
  3. La pasividad suprema para dejarse hacer por el influjo del Espíritu Santo, en orden a ser una imagen perfecta de un hijo de Dios.

Y sigue diciendo que estos tres tipos de espiritualidades se condensan en conseguir que nosotros seamos una cara visible de Dios, como lo es Jesucristo. La imitación de esta espiritualidad de Jesús es lo que hace que el hombre llegue a ser como una nueva encarnación del Hijo de Dios.

Cada época acentuó un tipo de espiritualidad: “eros” = esfuerzo por crecer en perfección; pasividad plena ante la acción del Espíritu, según los condicionamientos sociológicos y filosóficos del momento. Sin embargo, Jesús no se dejó influenciar por estos condicionantes históricos del momento, y se entregó incondicionalmente en obediencia al Padre. En este sentido, Jesús es el Canon de la espiritualidad cristiana, que implica la libre disposición del hombre a la voluntad de Dios, como hijo, y la plena obediencia al Creador, como criatura. Esta es la identificación del cristiano con Cristo: su fidelidad incondicinal al Padre ¿cuál es la norma de comunicabilidad de nuestra similitud con Cristo? La libre disposición de nosotros mismos. Jesús es la plena disponibilidad para el Padre y la total dependencia del Padre. Somos hombres, en  cuanto somos criaturas y, a la vez en cuanto somos llamados a ser imágenes de Dios, a identificarnos con Jesús. Estamos llamados a ser hermanos de Cristo e hijos de Dios. No debemos ir sin rumbo por la vida. El punto de partida condiciona el punto de llegada. La naturaleza del ser condiciona su comportamiento. Las raíces del árbol condicionan el fruto de sus ramas. Pero en los seres racionales, el comportamiento sólo impone su racionalidad y se lo condiciona su voluntad. En lo humano el origen del hombre es Dios creador, y su comportamiento, obediencia a su señor, y como cristianó su dignidad es la filiación divina y su vocación, la santidad; y consiguientemente su cometido es discernir, elegir, decidir y vivir. Por ser hombres somos libres y, a la vez, dependientes, pero en nosotros dependencia y disponibilidad no siempre se identifican, de ahí la necesidad del Espíritu para que nos indique el camino y nos fortalezca en nuestro buen caminar.

Indalecio Gómez Varela

Canónigo de la Catedral de Lugo